El teatro y el cine argentino están de luto: Antonio Gasalla, uno de los capocómicos más queridos y talentosos del país, falleció este martes 18 de marzo a los 84 años. Su legado atraviesa generaciones, dejando personajes inolvidables que se convirtieron en íconos de la cultura nacional.
Nacido el 9 de marzo de 1941 en Buenos Aires, Gasalla construyó una carrera desde 1964, desempeñándose como actor, director y guionista teatral. Su humor agudo, su capacidad de observación y su habilidad para interpretar personajes femeninos con una precisión inigualable lo convirtieron en un referente del espectáculo.
Entre sus grandes interpretaciones, dos de sus personajes más emblemáticos siguen vigentes en la memoria del público:
Mamá Cora en “Esperando la carroza” (1985):
Dirigida por Alejandro Doria, esta película es un emblema del cine argentino. Gasalla inmortalizó a Mamá Cora, la abuela desmemoriada y querible que desató enredos y carcajadas con frases inolvidables. Su actuación fue tan impactante que el personaje trascendió la película y lo acompañó en múltiples apariciones televisivas.
Alfredo Santini en “La tregua” (1974):
En este drama dirigido por Sergio Renán, basado en la novela de Mario Benedetti, Gasalla mostró su faceta más seria con un papel secundario, pero significativo. Junto a un elenco de lujo encabezado por Héctor Alterio y Ana María Picchio, formó parte de la primera película argentina nominada al Oscar.
Con una carrera que abarcó el teatro, la televisión y el cine, Antonio Gasalla se convirtió en un ícono del espectáculo nacional. Su legado sigue vivo en cada risa que provocó y en cada escena que quedó grabada en la historia del entretenimiento argentino.
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