El mercado se encuentra sufriendo una situación compleja en el marco de la pandemia del coronavirus, por lo que las plataformas de e-commerce, como lo es Amazon, agrandaron la oferta de productos y servicios en los países de la región.
En tal contexto, desde la Embajada de Uruguay en Estados Unidos se informó que las empresas con sede en ese país podrán realizar ventas a través de la plataforma de Amazon.
“Las empresas pueden aprovechar la escala global (de Amazon) para hacer crecer su negocio internacionalmente“, destacó el tuit publicado en la cuenta oficial de la red social del pajarito de la mencionada Embajada.
Companies based in #Uruguay are now accepted for seller registration on @amazon! Given their over 300 million active #customer accounts worldwide, firms can leverage Amazon’s #global scale to grow their #business internationally https://t.co/igB6SmpXDh pic.twitter.com/KInN2F6XRx
— Embassy of Uruguay in USA (@UruguayinUSA) May 21, 2021
Hasta ahora, las empresas que estaban inhabilitadas para vender a través de esa plataforma de e-commerce eran las uruguayas y ecuatorianas, sólo podían realizar compras.
Fue en abril del 2020 cuando la cancillería uruguaya tomó contacto con autoridades de Amazon, aunque entonces no recibieron una respuesta concreta ni una fecha aproximada de un posible acuerdo.
La compañía fundada por Jeff Bezos lleva adelante un estricto control de los productos que se publican en la plataforma. “Si tenés cuatro reclamos en una semana, te dan de baja y por un mes no podés vender nada“, aseguró el expresidente de la Cámara Digital de Economía de Uruguay (CEDU), Marcelo Montado.
Con una Argentina cada vez más lejos de las inversiones, Amazon decide invertir en Uruguay, donde el clima de negocios es mucho menos hostil, favorable a los inversores extranjeros, con un régimen de importación especial, incentivos tributarios y un sistema legal estable.
No es la única empresa de grandes magnitudes que pone los ojos en Uruguay como un país favorable para las inversiones. Google planea instalar un centro de datos en un predio de 30 hectáreas en la zona franca Parque de las Ciencias, en Canelones, con una inversión de 10 millones de dólares.
Eduardo Carozo, gerente de innovación y desarrollo de negocios en ITC S.A/Antel, le indicó a IProUp que este proyecto tiene como antecedente el cable submarino que unió las Américas a través de un proyecto conjunto entre Google, Algar Telecom de Brasil, Angola Cables y Antel.
“Ese despliegue, en el que Google apostó millones de dólares y nosotros pusimos un datacenter (Tier III), generó confianza en Uruguay a nivel internacional. Esto, sumado a que la nación tiene además múltiples conectividades de otros operadores, la hace muy atractiva para guardar contenido en la región”, resaltó.
“Además, la legislación uruguaya es muy garantista de la privacidad de la información y eso también es sumamente valorado por las empresas. Esos son los grandes motores detrás de una toma decisión de estas características”, agregó.
El hombre señaló que Uruguay tiene precedentes de buen cumplimiento de los contratos a diferencia de otros países de América Latina cuyo compromiso es mucho más bajo.
En Argentina es mucho más complicado el clima de negocios ya que los frentes de incertidumbre son numerosos y a ello se le suma: la pandemia, la recesión, el cepo al dólar, los cupos a importaciones, la injerencia política sobre el sector privado (como el reciente DNU que afecta a empresas de telecomunicaciones), entre otros.
El director de EPyCa Consultores, Martín Kalos, comentó que “algunas variables que siguen estando mal, si bien no tanto como hace algunos meses”.
“El dólar es el gran síntoma de la crisis en la Argentina. No es casual que la recesión de abril de 2018 haya empezado junto con una devaluación abrupta. Desde entonces, todo ha ido empeorando, al compás de los vaivenes del mercado cambiario”, explicitó.
Más allá de la coyuntura, Kalos explica que Argentina es muy poco atractiva a la hora de atraer inversiones desde hace mucho, ya que el riesgo es “muy elevado” y ello quiere decir que la tasa de retorno que se exige sea alta y a corto plazo.
“No es lo mismo pensar un negocio en Uruguay, un país poco afectado en términos relativos por la pandemia, y que mantiene una macroeconomía saludable. Incluso, se perfila mejor que Brasil o Perú, que muestran una situación más complicada”, señala el economista.
Respecto de la inversión de Amazon, mencionó que “hace mucho que se está hablando de esto y si no se definió por Argentina es porque habrá motivos que no le cierra y no encuentra lo que quiere, de otra manera ya se hubiese concretado. Para recibir capital de ese tipo, resulta necesario un contexto estable y previsible desde el punto de vista macroeconómico”.
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