El presidente Alberto Fernández lamentó hoy la reunión realizada el año pasado en la Residencia de Olivos con motivo del cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yañez, y admitió que “no debió haberse hecho”.
“El 14 de julio del año pasado, día del cumpleaños de mi querida Fabiola, convocó a una reunión con sus amigos y a un brindis que no debió haberse hecho; definitivamente me doy cuenta que no debió haberse hecho y lamento que haya ocurrido. Claramente lo lamento”, expresó el Presidente.
Pedir disculpas cuando nos equivocamos es un acto de reparación.
Con honestidad, mirando de frente a todo el pueblo argentino.@alferdez 👇 pic.twitter.com/1PJ0QpbO8v
— Sergio Chouza (@SergioChouza) August 13, 2021
El presidente se refirió a la reunión que se llevó a cabo en la Residencia de Olivos en julio de 2020, con motivo del cumpleaños de Fabiola Yañez, en los primeros meses de la pandemia de coronavirus.
Lo hizo con un discurso que pronunció en Olavarría, donde se puso en marcha la ley que amplía el universo de beneficiarios y beneficiarias del Régimen de Zona Fría (RZF).
“Tengo la necesidad de reflexionar con ustedes cosas, que tengo la necesidad de decir, francamente, porque como dicen los pibes que me conocen, no soy careta”, señaló el jefe de Estado.
Por eso, remarcó que su Gobierno jamás ocultó “nada”, a partir del hecho de haber facilitado los registros de ingresos y egresos de la quinta de Olivos, cuando fueron solicitados.
“Nunca quise esconderme detrás de nadie cuando tuve que dar la cara; como decía (el expresidente) Néstor Kirchner somos personas comunes con responsabilidades importantes”, señaló.
Explicó que la pandemia de coronavirus obligó a gestionar desde la quinta presidencial por recomendación de los médicos, pero advirtió que “Olivos se convirtió casi en una ciudad” por la cantidad de personas con las que debió reunirse, entre “gobernadores, diputados, secretarios, empresarios, actores, actrices, futbolistas y gente que tenía problemas y necesitaba ser oída”.
“Una de las cosas que tengo como Presidente y como hombre común es esa necesidad de escuchar a todos y viví todo ese momento en un gran vértigo, un vértigo que no me hizo tomar reuniones con 10 personas, sino con cientos de personas”, aseguró.
Y reiteró: “Cuando llegó un pedido para ver quiénes ingresaban a Olivos lo hicimos público porque gracias a dios, nada debo ocultar de mi vida personal”.
Luego, en otros tramos de su discurso, Fernández puso en foco la “miserabilidad” que queda al “descubierto”, a partir de las críticas y las acciones que impulsa la oposición para sembrar dudas en la gestión de la pandemia y de la emergencia.
Pidió entonces a los argentinos tener confianza y “pensar en la Argentina que soñamos”.