Alberto Fernández deberá proponer un nuevo juez para la Corte: ¿Cuál es el rol de Fernández Sagasti?

El Ejecutivo es el encargado de iniciar el proceso, pero la última palabra la tiene el Senado, donde se requiere de una mayoría agravada.

El alejamiento de Elena Highton de la Corte Suprema de Justicia dejó una vacante en el máximo tribunal, y el  reemplazo tendrá que ser elegido por el presidente Alberto Fernández y aprobado por el Senado con una mayoría especial que el oficialismo, por ahora, no tiene.

La Constitución Nacional establece, en su artículo 99 inciso 4, que el Presidente de la Nación “nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto”.

De este modo, Fernández deberá buscar a un candidato o candidata para el cargo que Highton dejará en noviembre próximo y elevar su pliego a la Cámara alta que lidera Cristina Kirchner, para que lo trate, en primer término, la Comisión de Acuerdos.

Igualmente, el procedimiento es más largo y está regulado por el decreto 222/2003, el cual indica que “una vez producida la vacante” el Ejecutivo cuenta con un “plazo máximo de 30 días” para “publicar en el Boletín Oficial y en por lo menos dos diarios de circulación nacional, durante tres días, el nombre y los antecedentes curriculares” de la persona en consideración para el cargo.

Luego de publicación, ciudadanos, organizaciones no gubernamentales, colegios y asociaciones profesionales, entre otras entidades, tienen 15 días para presentar ante el Ministerio de Justicia sus apoyos o impugnaciones fundadas frente al candidato considerado para el cargo.

Terminado ese período, se abre un nuevo periodo de 15 días para que el Poder Ejecutivo determine si eleva o no el pliego al Senado para su tratamiento y, en caso de que lo envíe, la Comisión de Acuerdos deberá activar el mismo procedimiento: publicación del nombre del candidato y sus antecedentes en diarios de circulación nacional y un plazo de 15 días para recibir observaciones.

Ese cuerpo parlamentario que actualmente encabeza la mendocina Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos) deberá llamar a una audiencia pública para que el candidato propuesto por el Presidente defienda su postulación y responda preguntas de los senadores nacionales.

Si logra dictamen favorable de la Comisión de Acuerdos, el pliego pasa a ser tratado por el pleno del Senado en el recinto, donde se requiere de una mayoría agravada de dos tercios de los presentes, un total de 48 votos si asisten los 72 senadores que componen a la Cámara alta.

Actualmente la bancada oficialista no alcanza ese número, ya que tiene 41 bancas y, para llegar a los dos tercios, necesitaría que no esté parte de la oposición, pero además, si los resultados de las elecciones primarias se repitieran en las legislativas de noviembre, quedaría todavía más lejos, con unos 35 votos propios.

Por esta razón, la designación de un juez de la Corte Suprema requiere de un consenso significativo entre los distintos partidos políticos..

Los últimos dos jueces aprobados por el Senado para integrar la Corte fueron Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, actuales presidente y vicepresidente del máximo tribunal, que fueron propuestos durante 2016 por el ex presidente Mauricio Macri.

Aquella fue una designación accidentada debido a que Macri intentó nombrarlos por un decreto de necesidad y urgencia (DNU), lo cual va en contra de lo que establece la Constitución Nacional y del decreto reglamentario 222/2003.

La bancada de Juntos por el Cambio estaba en franca minoría en aquel entonces y el bloque del Frente para la Victoria, que reunía tanto al kirchnerismo como a los peronistas alineados con los gobernadores bajo la conducción de Miguel Pichetto, criticó en duros términos el intento del Gobierno.

Ante la imposibilidad de imponer los nombres, Macri optó por seguir el procedimiento constitucional y enviar los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz al Senado, donde la bancada peronista se dividió: el kirchnerismo votó en contra de ambos.

En aquella sesión del 15 de junio de 2016, la designación de Rosenkrantz obtuvo 58 votos afirmativos y 12 negativos, mientras que la de Rosatti contó con 60 a favor y 10 en contra.

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