Cristina Kirchner es toda una privilegiada. Ha logrado que el Estado le pague dos pensiones, una como viuda de Néstor y otra como expresidenta. Una millonada de guita.
Y ahora va por más: pedirá que le paguen un plus por haberse recibido de abogada, con retroactivo y todo.
Y ahí es donde aparecen las preguntas que nadie quiere hacerse: ¿Es Cristina Kirchner abogada o no? ¿Se recibió alguna vez? ¿Cuándo? ¿Alguien vio su foto de graduación? ¿Y su diploma?
Voy a ser políticamente incorrecto al escribir esta nota en primera persona, para contestar esos interrogantes y demostrar que la vicepresidenta carece de título alguno.
La trama comenzó en agosto del año 2004, cuando un importante ministro —enojado porque fue dejado afuera de un importante negocio oficial— se despachó ante tres periodistas respecto a la corrupción del kirchnerismo y lanzó al final una dura advertencia: “Que no me rompan las pelotas porque si no cuento que Cristina es abogada trucha”.
Quienes lo escuchamos —yo era uno de ellos— nos quedamos perplejos y comenzamos una averiguación exhaustiva que llevó tres años de fuerte indagación.
En esos días, descubrimos que Cristina no estaba inscripta en el colegio público de Abogados de la Capital Federal ni en ningún Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires. En Río Gallegos, si bien no existe Colegio de Abogados, debería haberse inscripto en el Tribunal Superior de Justicia, lo cual no ha hecho jamás.
Para despertar más sospechas, tampoco está inscripta como abogada responsablemente autónoma ni como monotributista, por lo que jamás pudo haber facturado en la profesión. Sólo aparece una supuesta inscripción como abogada en la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia bajo el Tomo 57 y el Folio 322, lo cual en principio no era muy claro, ya que nunca ejerció en dicho lugar.
En estos días, si se consultaba la página del Colegio Público de Abogados de esa localidad, se podía ver que el dato era falso finalmente.
Por las dudas, consulté en su momento para saber si alguna vez Cristina había sido registrada allí como abogada y por algún motivo su nombre fue luego retirado de la lista. La respuesta fue concluyente: no, nunca estuvo anotada.
Insistí en la cuestión e hice un rastreo en Comodoro Rivadavia a través de la consulta a otros estudios jurídicos y/o supuestos clientes que podría haber atendido. Toda pesquisa dio negativo.
Entonces, ¿a quién corresponde el tomo y folio que se arroga Cristina? Corresponde a una abogada de esa zona llamada Silvina García, dato sencillo de verificar por cualquiera que consulte al Colegio Público de esa localidad.
No es la única falsificación que se llevó adelante para intentar cubrir la falta de titulación de Cristina. También se “truchó” la supuesta ficha de entrega de título de la Universidad de La Plata, tal cual puede verse a continuación.
Amén de que la fecha de pago y “remision al caligrafo” que muestra el documento es de un día feriado —12 de octubre—, donde no funcionaron las oficinas administrativas de esa casa de estudios, claramente se observa cómo se han borroneado los datos de su verdadero titular, Valentín Olmos, y se pusieron encima los de la hoy Presidenta de la Nación.
El dato lo publicó el colega Juan Cruz Sanz en 2007 y es irrefutable: “La fecha de nacimiento está claramente escrita sobre otra anterior (19 de Febrero de 1953 es la fecha de nacimiento de CK pero abajo se ve borroneado un 10 de Agosto de 1989) y la matrícula que es el DNI de la Primera Dama está tipeada sobre otro número matrícula, que también está claramente borroneada“.
Para poder probar la adulteración del documento debí contratar —y costear— un perito calígrafo, quien no dejó de sorprenderse por lo burdo del “truchaje”.
¿Tan complicado era averiguar a quién pertenece la matrícula que se arroga la vicepresidenta? Para nada, solo hay que dirigirse a la calle Juan Monje Ortega 2839, en la provincia de Salta y hablar con el propio Olmos quien confirmará la adulteración de la que fue víctima.
Sin embargo, según publicó Perfil.com Cristina estaría matriculada hasta el día de hoy en la Asociación de Abogados de Río Gallegos, pero tampoco es cierto.
Para verificarlo, los colegas solo tendrían que haberse tomado la molestia de consultar la página web de esa entidad, donde aparecen todos los letrados matriculados allí. La Presidenta no figura en esa nómina.
Como puede verse, el fraude es totalmente verificable. Lamentablemente, la única persona que podría desactivarlo es Cristina Kirchner mostrando su diploma, cosa que jamás hará porque carece de ese elemento.
Y allí aparece una duda esencial: ¿Nadie se preguntó por qué una persona como ella, que gusta ostentar como pocos, jamás hizo lo que haría cualquier abogado: colgar su diploma en una pared?
Las fuentes consultadas a efectos de investigar la supuesta titulación de Cristina fueron más de 30. Algunas hablaron a micrófono abierto y otras no se animaron, pero todos admitieron sus dudas respecto a que la hoy mandataria tenga un título profesional.
El ex vicegobernador de Santa Cruz, Eduardo Arnold; el abogado Domingo Zárate —ex socio de Néstor—; el periodista Daniel Gatti; el abogado Rafael Flores, el referente radical Jorge Vanossi, y muchos otros, son los que desconfían de Cristina. Este último fue incluso profesor de la Presidenta en la Universidad de La Plata y jura no recordar que se haya recibido. ¿Hace falta más evidencia?
Las dudas se acumulan sin cesar y empiezan a incomodar al poder. Por caso, ¿por qué la Universidad de La Plata insiste en no dar copias del título de Cristina? Una veintena de veces pedí copia del documento, pero la Facultad siempre se negó a entregarlo. Eso sí, una fuente de esa casa de estudios admitió en una de esas oportunidades que no existía el título. Esa grabación se presentó como prueba en el juicio iniciado por mí junto al abogado Fabián Bergenfeld contra Cristina en el año 2007 por “usurpación de títulos y honores”.
Perfil.com fue víctima de la misma negativa por parte de esa facultad en el año 2012: “Esta semana este portal solicitó a la UNLP que le brindara otro documento o listado de egresados donde figurara la Presidenta, pero se lo negaron”. Tampoco quiso “colaborar” con la investigación el Ministerio de Educación, como se ve en el siguiente documento:
Volviendo a la nota de Perfil.com, allí aparece un dato revelador: “Una abogada que en 1979 compartió el Pensionado María Auxiliadora en La Plata con María Cristina Kirchner, la desconocida hermana menor de Néstor y Alicia, contó a Perfil.com que a mediados de ese año María Cristina ‘Macri’ Kirchner le confió que la novia de su hermano, Cristina Elisabet, ‘le faltaban varias materias para terminar la carrera, lo dijo en plural'”.
“No es imposible, pero es muy raro que haya aprobado todas esas asignaturas en tan poco tiempo”, estimó la fuente, quien pidió mantener su nombre en resguardo para no dañar su “buena relación” con “Macri”. Siempre de acuerdo a lo publicado por Perfil.com.
Para terminar, quiero aportar dos reflexiones: primero, la mayoría de las mentiras detectadas en torno a la titulación de Cristina provienen de afirmaciones del propio kirchnerismo; segundo, desde 2007 ofrezco 10 mil dólares a quien pueda aportar una foto de graduación de Cristina.
El resultado de esta última búsqueda lo dice todo: el pozo sigue vacante hasta el día de hoy.