La mayor parte de esa suba se consiguió en los primeros meses del año. En abril la recaudación fiscal trepó 105% en términos nominales, todo ello, debido a la baja base de comparación que había dejado el 2020. Precisamente, en ese mes, del año anterior, se había producido el momento más duro del cierre de actividades que dispuso el gobierno para contrarrestar los contagios de Covid19.
Luego de ello, la tasa de mejora se fue acortando hasta estacionarse en los últimos meses del 2021 en el orden del 58% al 59% nominal, siempre por arriba de la tasa de inflación.
El comportamiento se debe al aporte que dejaron las retenciones a las exportaciones del campo, sobre todo por el efecto de la suba de los precios de la soja y los granos que vende la Argentina.
También, a lo largo del año, hubo ciertos ingresos extraordinarios que no van a estar presente en el 2022, porque su prórroga estaba incluida en el Presupuesto 2022 que fue rechazado por el Congreso.
La mejora de los recursos tributarios superará a la inflación, de modo que tendrá una mejora en términos reales, un dato que respaldará la posición del ministro de Economía, Martín Guzmán, en las negociaciones que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) terminó el año en un nivel del orden de los $2,3 billones, mientras que el Impuesto a las Ganancias, superaría los $3 billones.
En tanto los aportes y contribuciones de la Seguridad Social concluyeron con ingresos del orden de los $2 billones. La mayor parte de la recuperación de esos impuestos se registró en el segundo semestre, y se explica por la recomposición del empleo registrado-
El Ministerio de Economía difundirá este lunes, las planillas con los datos.
Fuente/ Ambito/ Télam