El allanamiento a la propiedad del ex presidente estadounidense Donald Trump en Florida por parte del FBI, formó parte de una investigación para determinar si el republicano se llevó documentos clasificados de la Casa Blanca al concluir su mandato.
“Estos son tiempos oscuros para nuestra Nación, ya que mi hermosa casa, Mar-A-Lago en Palm Beach, Florida, está actualmente sitiada, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI”, había dicho Trump en un comunicado publicado en su red social Truth.
En una larga declaración, Trump reveló que los agentes habían abierto una caja fuerte en su casa y describió su trabajo como una “redada no anunciada” al tiempo que criticó la “mala conducta de la fiscalía”.
VER: Donald Trump denunció que el FBI allanó su residencia en Florida
El ex mandatario estadounidense y sus aliados intentan presentar la investigación como una causa armada e impulsada por los demócratas de cara a las próximas elecciones presidenciales, aunque el actual director del FBI, Christopher Wray, fue designado por el multimillonario hace cinco años y se desempeñó como funcionario de alto rango en un Departamento de Justicia liderado por republicanos.
“Nada como esto le había sucedido antes a un presidente de los Estados Unidos. Después de trabajar y cooperar con las agencias gubernamentales relevantes, esta redada no anunciada en mi casa no fue necesaria ni apropiada”, dijo Trump en su comunicado.
Por su parte, la vocera del Departamento de Justica, Dena Iverson, se negó a comentar sobre la búsqueda.
El Departamento de Justicia viene investigando el mal manejo de la información clasificada desde hace varios meses, luego de que la Administración Nacional de Archivos y Registros revelara que había recuperado de Mar a Lago 15 cajas de registros de la Casa Blanca a principios de este año.
Los documentos y recuerdos, que incluían correspondencia del expresidente Barack Obama, deberían haber sido entregados por ley al final de la presidencia de Trump, pero en cambio acabaron en su complejo de Mar a Lago.