Luego de un conflicto entre los dueños y hermanos de la empresa, José y Gerardo, desde Cartellone anunciaron que se presentaron en concurso preventivo.
“El objetivo que busca la constructora es poder reorganizar sus pasivos luego de la baja de contratos de participación público-privada, litigios que no se han solucionado en obras ejecutadas en Bolivia y los efectos que la pandemia ha generado en el desarrollo del negocio”, manifestaron mediante un comunicado.
Además de las complicaciones que ocasionó la intervención judicial de la firma por inconvenientes accionarios entre los hermanos, la compañía está en la mira de la justicia en Bolivia, en donde no ha concluido el tramo carretero Muyupampa-Ipati.
“Estamos convencidos que este es un paso muy importante para poder asegurar el normal funcionamiento de la Compañía y trabajaremos para que este proceso no afecte de manera alguna a las subsidiarias del Grupo”, aseguraron desde Cartellone.
La empresa, que cuenta con más de 100 años de existencia, se ha complicado en demasía a raíz del “contexto de pandemia mundial y la crisis económica que estamos viviendo”, por lo que estos factores “han resueltos determinantes para la adopción de esta decisión”.
“Hoy podemos decir con orgullo que estamos trabajando activamente en 15 importantes obras dentro del territorio nacional y del exterior. Pero para proseguir con la normal ejecución de estos contratos vemos indispensable reorganizar nuestros pasivos”, agregaron.
Si bien se mostraron confiados “en encarar este proceso”, sabido es que desde hace tiempo la empresa ofrece retiros voluntarios a parte de su personal.
A pesar de todo, pidieron por el apoyo de “nuestros Trabajadores, Proveedores, Socios y Clientes, que sabrán valorar la historia de Cartellone y los principios que nos han guiado en todo este tiempo, y que aún hoy nos guían”.