Este lunes se cumplen 6 años de uno de los momentos más trágicos de la historia argentina: la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Su deceso aún hoy sigue siendo motivo de controversia, básicamente porque se lo analiza bajo la lupa de las pasiones político-partidarias.
Incluso los grandes medios caen en ese error: sus periodistas desconocen el expediente judicial, pero opinan de acuerdo a los intereses-creencias de los dueños del lugar donde trabajan.
Ello permite entender por qué colegas como Héctor Gambini, Daniel Santoro y Nicolás Wiñazki —a quien aprecio en lo personal— sostienen afirmaciones que son exactamente contrarias a lo que ha descubierto la Justicia.
Lo mismo ocurre con colegas de diario La Nación, Página/12 y demás medios de comunicación.
A lo largo de los años se han dicho una serie de barbaridades que sería preferible olvidar que recordar. Todas ellas con la idea de abonar la idea de que Nisman fue asesinado, lo cual es un dogma de fe. Al menos, hasta ahora.
En estas líneas, con la autoridad que me confiere haber escrito uno de los mejores libros sobre la muerte del fiscal especial del caso AMIA, a lo que se suma haber escrito una obra de investigación sobre el atentado a la mutual judía, voy a repasar 12 de los mitos que se sostuvieron en este tiempo:
1-Nisman no tenía pólvora en sus manos: ello es falso, ya que a fojas 2446 aparece un documento que demuestra lo contrario. Está firmado por el perito José Manzano y fue hecho con uno de los aparatos más sofisticados para detectar residuos de disparo. En una mano se encontraron 69 partículas consistentes y en la otra 19. Dicho sea de paso, este solo punto debería terminar de definir la discusión.
2-El disparo fue en la nuca: falso también. Las fotos que están en el expediente, y que fueron publicadas por revista Noticias, demuestran que fue sobre la oreja.
3-Ninguna de las cámaras del complejo Le Parc funcionaban: falso. De las más de 100 cámaras que había, se demostró que unas 80 aún funcionaban.
4-Los asesinos accedieron por una puerta que estaba abierta: falso. El departamento estaba cerrado por dentro, incluso con un pasador que es imposible de abrir desde afuera. A su vez, la puerta de servicio tenía dos cerraduras, una de ellas también con pasador. La otra tenía una llave puesta desde adentro, por eso la madre de Nisman debió llamar a un cerrajero.
5-A Nisman lo drogaron con ketamina: falso. Ni siquiera el juez Julián Ercolini se animó a sostener esa hipótesis. Aparece en el peritaje de Gendarmería, que no supo explicar cómo se la suministraron. Se suministra con jeringa pero Nisman no tenía pinchazo alguno.
6-Lo mataron sicarios dentro del baño: falso. El estudio de las manchas hemáticas es concluyente en ese sentido. No solo no hay huellas de pisadas de nadie, sino que además había sangre alrededor de Nisman, lo cual indica que esta cayó hacia todos lados sin dejar ningún “marco” o “silueta”. Por otro lado, la puerta del baño estaba cerrada y trabada por el propio fiscal.
7-El teléfono celular de Nisman fue infectado por un virus para espiarlo: falso. Se demostró que se trataba de un troyano que abrió el propio fiscal y que solo servía en computadoras.
8-La computadora de Nisman estaba llena de virus: falso. En su PC no había un solo elemento de ese tenor, a pesar de lo que se cansaron de publicar medios como diario Clarín.
9-La escena del crimen fue alterada y descuidada: falso. Hasta el perito de Sandra Arroyo Salgado, Daniel Salcedo, desmintió esa posibilidad.
10-El trabajo de Nisman en la causa AMIA fue revelador: mil veces falso. En los 10 años que fue fiscal especial de esa causa, el expediente no avanzó un ápice. “Nisman no realizó ningún trabajo, no hizo nada en la causa. En sus manos, la causa en diez años no avanzó nada. Hizo un montón de negocios personales, paseó por el mundo con el dinero que tenía para investigar la causa AMIA, porque no se tomó ni un sólo día de vacaciones pero la mitad del tiempo se la pasó en Cancún con sus amigas”, dijo oportunamente Diana Wasser, de la agrupación de familiares de víctimas del atentado.
11-La denuncia de Nisman contra Cristina es sólida: falso. Apenas hecha la presentación por parte del fiscal, en enero de 2015, diario La Nación consultó a los principales juristas del país —algunos anti kirchneristas, incluso— y todos coincidieron en que carecía de elementos probatorios.
12-Todos los peritajes demuestran que a Nisman lo mataron: falso. Hay media docena de estudios en el expediente judicial. Solo uno de ellos dice que al fiscal lo asesinaron, el de Gendarmería. El Cuerpo Médico Forense sostiene lo contrario. Con una importante salvedad: este último organismo hace unos 3 mil peritajes al año; en cambio, Gendarmería no hace uno solo. A lo antedicho hay que agregar el estudio de las manchas de sangre, lo realizado por Policía Federal y más. No hay manera de sostener el presunto asesinato.
Por otro lado, hay un dato curioso, que fue desnudado oportunamente por este portal: diario Clarín anticipó que el peritaje de Gendarmería diría que a Nisman lo mataron… meses antes de que se realizara. ¿Cómo es posible algo semejante a menos que ya se hubiera determinado que tenía que llegarse a esa conclusión? La siguiente tapa no deja mentir.
Como se dijo, hay un dogma de fe que lleva a pensar que Nisman fue ultimado por sicarios. Es la “noticia deseada” por muchos, en su deseo de canalizar su odio hacia el kirchnerismo. Pero no hay que dejarse llevar por las pasiones, porque los deseos muchas veces nada tienen que ver con la evidencia científica.
Quienes me conocen, saben que soy antikirchenrista furioso. He denunciado el robo de los K, no solo a nivel periodístico, sino también a nivel judicial. He sido asimismo perseguido y amenazado por estos. Pero ello no me evita decir las cosas como son.
Culmino citando al estimado colega Gerardo Young, uno de los pocos que leyó el expediente de marras y hasta escribió un libro sobre este hecho, quien dijo en su momento: “Yo quiero vivir en un país en donde se pueda decir las cosas sin miedo; el resultado de la investigación apunta a que lo más probable es que se haya suicidado”.
Y añadió: “Lo señaló la autopsia que se hizo horas después dio como resultado que había sido un suicidio. Fue una autopsia realizada por el jefe de la morgue que depende de la Corte Suprema y fue monitoreada por el titular del Máximo Tribunal, Ricardo Lorenzetti“.
Para que no queden dudas, Young recordó que los peritajes oficiales “fueron terminantes al decir que nadie había entrado al baño de la torre Le Parc salvo Alberto Nisman. No había ningún rastro de otra persona”.
Finalmente, dejó una frase inquietante, que hoy cobra particular relevancia: “La fiscal Fein tuvo miedo de cerrar el caso como suicidio. Al igual que la jueza Palmaghini, que en cuanto pudo se sacó el caso de encima y Jaime Stiuso pasó a manejar la investigación en la Justicia Federal”.