Desde este lunes, Catamarca oficializó la suspensión de las clases presenciales en sus cuatro distritos más afectados por los contagios de coronavirus. De esta forma, la provincia liderada por Raúl Jalil, se convirtió en la primera en interrumpir el ciclo lectivo ante la segunda ola del Covid-19.
Las autoridades avanzaron con la medida, a pesar de que desde el Ministerio de Educación revelaron que las escuelas no son focos de contagio.
En principio, la suspensión será por una sola semana, entre el 5 y el 9 de abril, y afectará a los departamentos de Andalgalá, Capayán, Santa María y Pomán. Igualmente, el regreso a las aulas estará sujeto a la mejora en los indicadores sanitarios.
“La presencialidad retornará a partir del día 12 de abril, siempre teniendo en cuenta la evaluación de la situación epidemiológica local en cada uno de los departamentos mencionados”, señalaron a Infobae desde la Secretaría de Gestión Educativa de la provincia.
En la comunicación, informaron que la intención es que las clases continúen en la modalidad a distancia mientras las escuelas estén cerradas. “La suspensión de actividades presenciales se desarrollará acompañando y fortaleciendo el proceso de enseñanza y aprendizaje desde la no presencialidad”, agregaron.
Según los últimos datos oficiales, Catamarca registra un total acumulado de casos positivos de 11.811, de los cuales 2.614 son casos activos. Hay 9.121 son pacientes recuperados y 76 fallecidos.
La suspensión se determinó a pesar de que los primeros datos relevados en el sistema Cuidar Escuelas, que coordina Nación, reflejó una muy baja incidencia de contagio en las instituciones educativas. Si bien la carga de información todavía no terminó, los casos registrados entre docentes y alumnos están por debajo del 1%.
“Tomamos la decisión de priorizar la presencialidad cuidada en las escuelas. Hoy la evidencia nos muestra que las escuelas son un espacio seguro, donde no se está dando el aumento de los contagios en el país. Pero si queremos sostener la presencialidad, tenemos que tomar medidas restrictivas y de cuidado en otros ámbitos”, había declarado en su momento Nicolás Trotta, ministro de Educación nacional.
Pese al primer cierre escolar, la intención del gobierno nacional es continuar con los establecimientos educativos abiertos. Las restricciones que se tomarán en los próximos días priorizarán la continuidad de las clases presenciales y, en caso de ser necesario, recomiendan que la suspensión sea en la mínima unidad geográfica posible y que no involucre a toda la jurisdicción.