El informe destaca la reducción constante de los depósitos de agua continental en todo el mundo a razón de un centímetro por año, en los cuales se concentra el agua dulce utilizable y disponible para consumo humano.
Según el organismo especializado de Naciones Unidas, 3,600 millones de personas tuvieron acceso inadecuado al agua como mínimo, un mes al año en 2018. Esta situación se agravará durante las próximas tres décadas y para 2050, la OMM prevé que 5 mil millones de personas tengan problemas para acceder al agua.
La entidad indica que es inminente una crisis a nivel global y el aumento de fenómenos relacionados con el agua como consecuencia del aumento de la temperatura que ha acarreado modificaciones en los patrones de lluvia, que provocan inundaciones y sequías cada vez más frecuentes, de las que se desprenden cambios en las estaciones agrícolas, toneladas de cultivos en riesgo y como consecuencia, inseguridad alimentaria y problemas vinculados a la salud en todo el mundo.
La OMM asegura en su informe que desde principios de este siglo, se ha observado un aumento de 134 % en los desastres relacionados con las crecidas de ríos, en comparación con el periodo de 1980 a 2000.
Sólo en este año, Alemania, Japón, México, Francia y Estados Unidos, entre otros, han sufrido inundaciones históricas con víctimas mortales y cuantiosos daños materiales.
Además, el incremento de 29 % en el número de sequías y su duración de 2000 a 2020 amenaza la seguridad alimentaria global, especialmente en África, donde han ocurrido con más frecuencia.
Otra de las alarmas se presentan en regiones pobladas que en el pasado eran zonas de abastecimiento de agua y que con el aumento de la población han tenido un sostenido deterioro en el suministro.
Desde la OMM exhortan a adoptar medidas urgentes relacionadas con la “gestión cooperativa de los recursos hídricos, adoptar políticas integradas sobre el agua y el clima, e incrementar las inversiones al respecto”.
Fuente/ Noticias Ambientales