El juez federal Walter Bento, procesado como presunto líder de una organización dedicada a cobrar coimas a cambio de otorgar beneficios judiciales, escribió una carta en la que expresa sus sospechas sobre la falta de imparcialidad de la Cámara Federal de Mendoza y por ende su decisión de no apelar el procesamiento dictado por el juez federal Eduargo Puigdéngolas.
“Estamos absolutamente convencidos que la Cámara Federal de Mendoza no es un tribunal imparcial, que la resolución que confirma nuestros procesamientos ya está escrita (desde hace semanas o tal vez meses), que no interesa la verdad, que no se examinan nunca nuestros fundamentos y se recurre a la arbitrariedad, y que lo único que interesa es el desplazamiento del Dr. Bento del cargo que ejerce por concurso y condicionar su función como magistrado de la Nación a través de un proceso ilegítimo”, expresa la carta que firma el magistrado junto a su esposa Marta Boiza.
“Es evidente que existe una estrategia de lawfare orquestada por el poder político para perseguir al Dr. Bento. Haremos las presentaciones del caso en los órganos que correspondan, y procuraremos la tutela de la jurisdicción internacional”, continúa la carta.
Para el magistrado imputado, la causa por asociación ilícita, enriquecimiento ilícito, lavado de activos y seis hechos de cohecho pasivo, y que es impulsada por el juez Puigdéngolas y el fiscal Dante Vega es “falsa”. Así, a los ojos de Bento, la Cámara Federal de Mendoza operó en ese misma dirección ya que “convalidó sistemáticamente las irregularidades ocurridas en la causa, que confluyeron en el auto de procesamiento y prisión preventiva que ahora debería resolver imparcialmente”.
Para el ahora, virtualmente, procesado, su “suerte ya está decidida de antemano”.
“Tenemos la más absoluta convicción, nosotros como nuestros abogados, que ante un tribunal imparcial seremos absueltos, lo que difícilmente atenúe las graves arbitrariedades e ilegalidades cometidas en nuestro perjuicio y de nuestra familia”, finaliza la carta.