Trabajadores comunitarios reciben la vacuna contra el COVID-19

Se trata 5.000 personas en toda la provincia que colaboran en unas 1.500 organizaciones sociales que aportan su tiempo y su voluntad para darle de comer a niños, niñas y adultos.

El Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes informó el inicio de la vacunación contra el virus COVID-19 a encargados y colaboradores de merenderos y comedores comunitarios. Según el relevamiento realizado, serán 5.000 personas en toda la provincia que colaboran en unas 1.500 organizaciones sociales que aportan su tiempo y su voluntad para darle de comer a niños, niñas y adultos.

En una primera etapa, se comenzó con la inoculación de las 3.000 primeras personas del Gran Mendoza. El operativo se realiza en el Arena Aconcagua. “El estadio es un lugar donde vacunamos a los grupos estratégicos como es en este caso a las personas que ayudan a paliar la crisis económica, preparando y dando comida a otras que lo necesitan”, dijo la directora de Prevención y Promoción de la Salud, Yanina Mazzaresi.

Testimonios de trabajadoras y trabajadores comunitarios

“Es muy bueno el trabajo que se está haciendo con la vacunación, porque nosotros siempre estamos en contacto con personas que están resfriadas y no sabemos si es así o tienen Covid y también con muchos que no se cuidan”, comentó Johana Gac del merendero Rayito de Sol del barrio Sol y Sierra..

Muchas de las trabajadoras comunitarias han realizado una gran tarea: la concientización sobre la importancia de la vacunación. 

Silvia Tello del merendero Rincón de Luz del Campo Pappa comentó que sentía temor de colocarse la vacuna,  sin embargo compartió su experiencia en la que se informó mejor y finalmente decidió vacunarse por ella y por los niños que asiste a diario. “Es muy duro trabajar en pandemia porque nosotros vivimos en una villa muy carenciada. He tratado de evitar que vinieran al merendero para evitar los contagios y les llevaba la copa de leche a su casa o la repartía por la ventana de mi casa, con una botella o jarra”, contó Silvia.

En tanto, Daniel Quiroga del merendero Chanchitos Felices de Godoy Cruz también contó que durante el año pasado desde el merendero acercaban la copa de leche o lo que se cocinaba en ollas populares casa por casa a quienes lo necesitaban. “Ahora con la vacuna estamos más tranquilos y dejamos de correr tantos riesgos, sobre todo las personas más grandes. Me pone contento que el Gobierno nos reconozca como esencial porque hemos estado ayudando a la gente, como corresponde”

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