China perdió el control de un cohete Long March 5B que caerá desde el espacio sobre la Tierra este fin de semana, pero las autoridades consideran que causaría “muy pocos daños”, si bien no sabe con exactitud dónde caerá.
El cohete, de 21 toneladas, no tiene un punto específico de caída sobre nuestro planeta.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, habló sobre el caso este viernes, y dijo: “La probabilidad de que este proceso (de reentrada a la Tierra) cause daños en la superficie es extremadamente baja”.
El Global Times de China, diario oficialista, indicó que los restos del cohete caerían sobre aguas internacionales. “No vale la pena entrar en pánico”.
El cohete Long March 5B fue lanzado el 29 de abril desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en la isla china de Hainan. Llevaba el módulo no tripulado Tianhe, que formará parte de una estación espacial china.
Luego de dejar en órbita el Tianhe, la agencia espacial china perdió el control del cohete.
El Comando Espacial de Estados Unidos señala que el reingreso a la Tierra se daría este sábado, 8 de mayo. No obstante, su ubicación “no puede ser identificada hasta dentro de las horas posteriores a su reentrada”.
Conocido por los astrónomos como 2021-035B, el aparato viaja a 6.4 kilómetros por segundo, lo suficientemente rápido como para dar la vuelta a la Tierra en menos de dos horas.
“Potencialmente, esto no es bueno”, dijo Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, y agregó: “La última vez que (los chinos) lanzaron un cohete Long March 5B terminaron con grandes barras largas de metal volando por el cielo y dañando varios edificios en Costa de Marfil. La mayor parte se quemó, pero había estas enormes piezas de metal que golpearon el suelo. Tenemos mucha suerte de que nadie resultó herido”.
China se defiende, y en palabras del experto aeroespacial Song Zhongping: “Es otra exageración de la llamada ‘amenaza espacial china’ adoptada por algunas fuerzas occidentales”. Lo cierto es que no es la primera vez que ocurre, y posiblemente tampoco sea la última.
Sobre dónde podría caer, McDowell habla de una latitud entre el sur de Chile y Nueva Zelanda, y entre Madrid y Nueva York como punto de caída de los escombros del Long March 5B. Todas son probabilidades, siguiendo la ruta del descontrolado aparato.