El jurado popular que debe resolver la situación de los acusados por el homicidio de Norma Carleti, acontecido en marzo de 2018 en el departamento de Tunuyán, escuchó nuevas declaraciones este martes en el auditorio Municipal Jorge Raúl Silvano.
Allí es donde se viene llevando a cabo el juicio presidido por el juez David Mangiafico y que tiene como acusados al ex marido de la empresaria, Leonardo Hisa, a Juan Carlos Guerrero y a los hijos de este último, los hermanos Kevin y Alexis Guerrero.
Según explicó un perito de la Policía de Mendoza sobre las escuchas, “se secuestraron los aparatos y se extrajo la información que contenían cada uno de los aparatos, mediante softwares muy avanzados. Esto fue grabado en otro soporte y nos fue remitido para analizarlo”.
Se trata de 5 celulares los analizados, luego se intervinieron líneas telefónicas y se sumó un teléfono de Leonardo Hisa.
Según comentó el policía, del análisis de los mensajes se desprenden discusiones de índole económica que se agravaron y “generaron una tensión hacia febrero de 2018”.
Tras ello, la Fiscalía reprodujo una serie de audios. En uno de ellos, Carleti habla de Hisa: “Me propuso volver y está claro por qué quiere volver. Un psicópata no quiere a las personas, no sabe lo que es querer. Las personas son objetos que les sirven para sus intereses. Si yo hubiese querido volver, ya hubiera vuelto. Levanto un dedo y está otra vez conmigo”.
“Norma no tiene claro lo que firmamos en Carleti. Si ella te lo llega a pedir, que digas que me entregaste todo a mí. No tiene ni idea de lo que ha firmado. Aunque no me lo des, decile que me lo diste cosa que ella no pueda acceder a ese papel”, se oye en otro audio que Hisa envió a sus asesores contables.
“Mirá Leo, si vos tuvieras intenciones de arreglar, hubieses llamado para saber sobre la propuesta. Ya no engañás más a nadie, ya te sacaron la ficha. No nos pusimos de acuerdo, listo, el tiempo era hasta ahora. Tenés tiempo en el día de hoy, porque mañana ya firmo todo. Un año de espera ha sido más que suficiente, lamentablemente soy la que lleva las de perder. Esperé demasiado creyendo que ibas a querer un arreglo y me equivoqué”, le dice la víctima a su ex esposo 8 días antes del crimen.
También se reprodujo una conversación entre los entonces casados, en la que puede escucharse a Hisa decir: “Iniciá el divorcio, hacé lo que tengas que hacer, presentá los papeles que tengas que hacer. Yo no quiero hacer daño. Si vos metés el divorcio, yo voy a meter el blanqueo”.
“No se pudo visualizar los registros de llamadas en el período ubicado del 27 de febrero hasta el 6 de marzo. Contrastado con el registro de la empresa que prestaba el servicio, sí había un caudal importante de llamadas hechas en esas fechas”, destacó el testigo.
“Esquematizamos con un programa la relación de las comunicaciones entre líneas. Visualizamos las de Hisa y de Juan Carlos Guerrero, entre otras. Entre ellos había comunicaciones el día 3 y el día 4 de marzo de 2018, este último día se comunicaron cerca de las 21. También habían llamadas entre los teléfonos de Alexis y Juan Carlos Guerrero en diferentes horarios del 4 de marzo, la última de ellas a las 23.36”, detalló.
Se oyeron audios también de una hija de Juan Carlos Guerrero, quien le hablaba a la pareja con la que estaba en el momento en el cual sucedieron los hechos: ““necesito hablar con vos, pero no puede ser por teléfono. Ya leí tu declaración y toda la mierda que dijiste Gabriel. ¿Pensaste que mi viejo no se iba a enterar?”, lo increpa, a lo que el joven le responde: “yo no he matado a nadie, ustedes han sido”.
“Lo único que nos caga es la declaración de Gabriel, dijo que se acostó a dormir y que yo me fui en un auto. Y la de al lado de tu casa, que dice que nos vio salir a mí y al Alexis el sábado a la noche”, se puede oír en otro audio de Alexis Guerrero.
Una vez que Kevin fue vinculado al caso, se lo escucha decir a su madre que “va a quedar en homicidio simple. Una vez que me den la pulsera y cuando llegue el juicio me tomo el palo porque tengo todas las de perder. Los fiscales saben cómo fue la cosa, nada más que no tienen las pruebas”.
De los análisis realizados sobre el teléfono de una joven que mantenía una relación con Kevin, un preso le dice: “El Kevin se fue de este módulo, se mandó cualquiera. Le dije que dejara de andar contando el giladón que se había mandado. Le dije que lo que había hecho no era un chiste, y él seguía contando. Después lo contó en otra celda. Yo le dije que me contara todo y yo tenía un grabador de voz y él me contó todo con lujo de detalle. En ese audio compromete a su papá, a Hisa y a él mismo. Hablalo al padre y decile que tengo este audio”.
“Mirá, te voy a contar lo que me dijo el Kevin. Me contó que Hisa habló con el padre. Tenían que matar a esta mujer lo antes posible porque se iban a firmar unos papeles. El padre le preguntó si no tenía algún amigo para que vaya y haga ese trabajo. El Kevin llamó a un amigo que estaba con pulsera y ese amigo no quiso”, agregó.
“Hay un chico que ha grabado a Kevin en la cárcel y quería negociar con ustedes, porque si no va a vender el audio. El boludo de Kevin ha estado contando todo y con ese audio lo dejan preso a usted a Hisa y a Kevin”, le cuenta la joven a Juan Carlos Guerrero, a lo que este le responde: “¿No le dijeron al choto este que se calle la boca? Voy a ir a verlo y lo voy a cagar a piñas al pendejo choto”.
“Qué has dicho en el audio que te han grabado. Andan buscando a dos más que has nombrado. Estoy preocupado con lo que va a pasar. Sos un bocón de mierda, estamos todos en cana, fíjate qué mierda hablás. Fijate y no hablés nada, pensá bien antes de hablar. Ya leí todo lo que declaraste y ya sabés muy bien que los teléfonos están pinchados. Al papi lo han metido por la carátula que han puesto, está re caliente por todas las cagadas que hablás”, le recriminó Alexis a su hermano.
Un policía declaró este martes, en relación a la pulsera con geolocalización que Kevin entonces llevaba por estar vinculado a la causa, que “hubo tres llamadas al teléfono consignado para localizar a Guerrero. La primera vez no respondió. En una segunda oportunidad atiende y dice que no había contestado porque estaba en una fiesta en el fondo de su casa. Y en una nueva llamada da otra versión y explica que había estado haciendo pesas. Al mismo tiempo, surgen los datos del Fiat 600 blanco visto en las inmediaciones de la casa de la familia Guerrero. Y a las 5 de la mañana se produce el allanamiento a la vivienda y se detiene a Kevin Guerrero”.
“Advertimos que la pulsera se había se había alejado del dispositivo de monitoreo en un horario no autorizado y por eso intentamos comunicarnos. Esto fue cerca de la medianoche. Desde que saltó el alerta, hasta que dimos con el portador de la pulsera, transcurrieron 40 minutos entre los últimos instantes del 3 de marzo y los primeros del 4 de marzo de 2018”, comentó un funcionario penitenciario.
Luego, un oficial de la Policía Científica, declaró que “en la parte externa de la casa no encontré nada de relevancia para nuestra labor criminalística. Ingresé por un garaje y luego encontré indicios, como el daño de una puerta que da a la cocina, una puerta interna a la propiedad. Tenía una huella de calzado, por lo que fue abierta con una patada”.
“Los cuchillos tenían manchas que parecían de sangre y que fueron preservados para cotejar. Uno de ellos estaba doblado. La forma de los cuchillos coincidían con las lesiones que tenía la víctima”, agregó.
El policía que se encargó de examinar el cadáver de la víctima, mencionó que “tenía lesiones en los brazos y los antebrazos. Se encontraba boca abajo, en el piso y al lado de la heladera”.
Asimismo mencionó que había “una computadora encendida y, junto a ella, había una especie de cartuchera con dinero y cheques y un celular. Un segundo bolso estaba en el comedor y 1.800 dólares, 36.000 pesos y tenía cheques, un certificado de depósito de un plazo fijo por otro monto. En esta parte de la casa había signos de una pelea”.
Agregó por último que “los indicios llevan a pensar que la lucha comenzó en el living y terminó en la cocina. En las casas en las que hay robos suele haber un desorden mayor”.
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