
La coqueluche, también conocida como tos convulsa, volvió a encender las alarmas sanitarias en Argentina. En lo que va de 2025 ya se confirmaron 627 casos y se registraron 7 muertes, todas en niños menores de 2 años, según datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación.
La mayoría de los bebés fallecidos no tenía antecedentes de vacunación, lo que expone uno de los puntos más sensibles del brote: la fuerte caída en las coberturas del calendario nacional en los últimos años.
De acuerdo con el reporte epidemiológico, las muertes corresponden a 4 bebés menores de 6 meses, 1 niño de entre 6 y 11 meses y 2 chicos de 12 a 23 meses.
Los cuatro casos que ya estaban en edad de recibir vacunas no tenían ninguna dosis aplicada, mientras que los otros tres, menores de dos meses, no habían recibido protección a través de la vacunación materna.

La tos convulsa afecta sobre todo a bebés no vacunados.
El impacto en recién nacidos y lactantes es especialmente grave porque la enfermedad puede provocar complicaciones severas, como neumonía, convulsiones e incluso la muerte.
El avance del brote no tomó por sorpresa a los especialistas. En junio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) había advertido sobre un resurgimiento de la tos convulsa en América Latina.
En Argentina, el crecimiento se notó desde fines de 2024, pero durante este año la situación se agravó: hasta octubre, los casos triplicaron los números registrados en el mismo período de 2024, según informó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Las notificaciones se concentraron en provincias como Córdoba, Buenos Aires, Salta, Tierra del Fuego, CABA, Mendoza y Santa Fe, con un brote destacado en Tierra del Fuego que impulsó el aumento también en adultos.

En 2025 ya se confirmaron 627 contagios en el país.
Qué es la coqueluche
La tos convulsa o coqueluche es una enfermedad respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis. Se transmite fácilmente por el contacto con secreciones al toser, estornudar o hablar.
Se manifiesta con una tos intensa y persistente que puede durar varias semanas. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es mucho más peligrosa en bebés y personas con enfermedades crónicas.
Vacunas en mínimos históricos
A pesar de que existen vacunas seguras y eficaces, los niveles de inmunización atraviesan un descenso preocupante. Según la SAP, la cobertura de la tercera dosis de la vacuna quíntuple y de la antipoliomielítica, que deben aplicarse a los 6 meses, cayó unos 10 puntos en promedio respecto de la etapa previa a la pandemia.
Esto implica que más de 115.000 bebés no completaron esquemas básicos para prevenir enfermedades graves, incluida la tos convulsa.
¿Quiénes deben vacunarse?
El Calendario Nacional de Vacunación establece la aplicación de la vacuna contra la coqueluche en los siguientes casos.
| Grupo / Edad | Vacuna indicada contra la coqueluche |
|---|---|
| 2, 4 y 6 meses | Vacuna quíntuple o pentavalente |
| 15 a 18 meses | Vacuna quíntuple o pentavalente (primer refuerzo) |
| 5 años | Triple bacteriana celular (segundo refuerzo) |
| 11 años | Triple bacteriana acelular (dTpa) (tercer refuerzo) |
| Embarazadas | Una dosis de triple bacteriana acelular (dTpa) en cada embarazo desde la semana 20 de gestación, independientemente de antecedentes de vacunación |
| Personal de salud en contacto con niños menores de un año | Una dosis de triple bacteriana acelular (dTpa) cada 5 años |
| Convivientes con recién nacidos prematuros (menos de 1500 gramos) | Una dosis de triple bacteriana acelular (dTpa) |



