La asociación canina que estaba a cargo de los tratamientos de Sam, este lunes dio a conocer que tras pelear por su vida y luego de ser operado con el fin de poder volver a caminar, falleció por condromalacia medular, que se trata de la degeneración de la medula por el trauma.
Según publica Via Mendoza, Sam, quien tenía cuatro años, sufrió un impacto de bala en su columna luego de que delincuentes ingresaran a la vivienda donde vivía junto a su dueño, a quien quiso defender al ver que lo apuntaban con un arma.
La familia llevó al perro a una asociación, la cual se encargó de trasladarlo a una veterinaria y de hacerse cargo de los tratamientos.
En un principio, Sam había presentado mejorías leves y todo indicaba que, aunque con tres patas, iba a poder volver a caminar. Dicho sea de paso, la veterinaria iba a poner a disposición un carrito para ayudarlo.