El encuentro entre la Selección Argentina y Venezuela, correspondiente a las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial, se retrasó media hora debido a las malas condiciones del campo de juego en el Estadio Monumental de Maturín.
Las fuertes lluvias que azotaron la región durante las horas previas al partido provocaron un verdadero caos en el terreno, generando preocupación tanto en los jugadores como en los dirigentes de la Conmebol.
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Desde tempranas horas, el personal del estadio y varios ayudantes se esforzaron por drenar y esparcir el agua acumulada en el campo de juego. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mejorar las condiciones del terreno, la situación no logró solucionarse por completo.
️ “EL CUERPO TÉCNICO DE LA SELECCIÓN ARGENTINA CONSIDERA QUE ASÍ NO SE PUEDE JUGAR Y ESTÁN TRATANDO DE BUSCAR UNA SOLUCIÓN”
️ @gastonedul, sobre la postura de la #SelecciónArgentina frente al estado del campo de juego. pic.twitter.com/cut6yoFGoV
— TyC Sports (@TyCSports) October 10, 2024
Al salir a realizar el calentamiento previo, los jugadores de la Selección Argentina se dieron cuenta de que la pelota no picaba ni rodaba adecuadamente, lo cual representaba un riesgo para el desarrollo normal del juego.
Ante el mal estado del campo y el riesgo de lesiones para los jugadores, la organización del torneo, en conjunto con los árbitros y representantes de ambas selecciones, decidió retrasar el inicio del partido en aproximadamente 30 minutos.
El mencionado tiempo adicional fue destinado a intensificar las labores de acondicionamiento del terreno, intentando mejorar las zonas más afectadas por el agua y asegurar un mejor drenaje en las áreas críticas.