En la Unión Cívica Radical (UCR) la interna está al rojo vivo, y este martes a las 18:00 habrá una reunión de urgencia para intentar ordenar la interna, exacerbada por la suspensión de cuatro legisladores dispuesta en las últimas horas por la Convención Nacional del partido, que dirige Gastón Manes.
El jefe del bloque UCR en diputados, Rodrigo de Loredo, dijo que no comparte “en lo más mínimo” la decisión tomada por la Convención, que a su entender “no se corresponde con lo que representa el radicalismo, que es ante todo el partido de las instituciones”. En ese marco, no se mostró de acuerdo en que se sancione a una persona por el contenido de sus opiniones políticas, que pueden ser “sumamente reprochables, pero nunca sancionables”.
“O sea que, en cuanto al contenido estoy totalmente en desacuerdo. Y en cuanto a la instrumentación, peor todavía. Peor, porque la ley pareja para todos no es injusta, es un refrán más viejo que la escarapela… Lo que nunca puede tener un organismo es doble estándar”, expresó al ser consultado por la prensa a la salida del ForbesAr Summit, en donde expuso. Al respecto citó que dentro del panorama “complejo” de la política y de la “atomización de todos los bloques”, el suyo ha tenido “comportamientos aislados a la postura del bloque, incluso de quienes hoy señalan el comportamiento de estos cinco diputados”, y en esos casos no hubo ninguna reacción de los organismos partidarios.
Además, continuó De Loredo, no resulta propicio que se pongan a sancionar gente ahora. “Menos en este delicado momento, pero ha tenido casos tan evidentes, donde no se ha expresado, que me parece que es un uso muy nocivo para lo institucional de nuestro partido”.
Consultado sobre las expresiones del diputado de LLA Santiago Santurio, quien dijo ver con buenos ojos que los diputados radicales sancionados puedan pasarse a su partido, teniendo en cuenta la minoría legislativa del oficialismo, De Loredo retrucó: “Que se ocupen ellos del psiquiátrico que tienen, que se le van diputados para todos lados”, e insistió en que nadie puede tirar la primera piedra: “Es un momento muy complejo. Le pasa al PRO, le pasa al peronismo, le pasa al kirchnerismo, también le pasa al radicalismo”.
Con relación a la conducción partidaria de Martín Lousteau, De Loredo aclaró que no hace nombres personales y advirtió sobre “dos cosmovisiones” que existen en su partido: “Una porteño-centrista y del AMBA, muy ruidosa, que tiene mucha pantalla televisiva, porque así está diseñada la Argentina, pero no gobierna absolutamente nada, ni un consorcio. No gobierna nada. Y tenés un radicalismo que es ampliamente mayoritario, que gobierna cinco provincias argentinas, en mi caso en Córdoba, 170 municipios”.
La réplica de Manes
De Loredo ya había considerado como “una gran irresponsabilidad y parcialidad selectiva” la decisión tomada por la Convención Radical, cuyo titular, Gastón Manes, le salió al cruce diciéndole que “el problema no es votar en contra del bloque, sino negociar de espaldas a la sociedad y del partido un cambio intempestivo de su voto en contra de un proyecto de ley de la UCR que usted mismo impulsó y que ellos mismos defendieron y votaron unos días antes”.
“Los diputados sancionados entregaron a los jubilados vaya uno a saber por qué beneficio personal”, observó Manes, quien recordó que “los radicales tenemos muchos referentes, como Alem, Yrigoyen, Lebensohn, Illia y Alfonsín. Borocotó no está entre ellos”.
Por último, respecto del efecto que tendrá la decisión de la Convención en el bloque que dirige, Manes le aconsejó “dejar un rato las redes sociales” y lo mandó a releer la Carta Orgánica del partido.
El clima de tensión se expande de manera explosiva en el seno de un bloque donde crecen los cruces públicos. Por citar un caso, la vicepresidenta del bloque, Karina Banfi, dijo no compartir la decisión de suspender a cuatro diputados, argumentó que la Convención “carece de información y por consecuencia es desproporcionada e innecesaria. Nuestro partido, profundamente democrático, decide a partir del debate de ideas. Promover acciones desde el sectarismo no es lo que esperan los argentinos de nosotros”. Y le salió al cruce su par Danya Tavela, quien le advirtió que “no vale tirar la pelota afuera. No es esa la discusión”. Para la diputada de Evolución, la cuestión pasaba por rechazar el veto. “No es tan difícil”, remarcó.
A lo que Banfi le contestó diciendo que “no se usan las instituciones del partido para sostener posiciones facciosas. Vos faltaste a la reunión del bloque, pero estos diputados en minoría, argumentaron su posición. No estuve de acuerdo pero no echo a nadie”. Y remató: “Salite de la chiquita Danya, estás para más”.
En el mismo sentido crítico de las sanciones anunciadas por la Convención, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo sostuvo que “la política de mayorías populares no es para setas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal”. Y concluyó pidiéndole a las autoridades del partido asumir “la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”.
Práctico, en declaraciones a Radio Mitre, el gobernador mendocino advirtió que “sancionar y expulsar a los diputados puede dejar al radicalismo en una posición de ínfima minoría, con correlatos electorales pésimos. Esta no es la forma de conducir a la UCR”.