Fiebre del cobre: la epidemia de robos que dejó sin picaportes a parte de Las Heras

Los constantes episodios delictivos en barrios como el Cementista, Jardín Los Andes y Parque Norte, han hecho estallar por los aires a los vecinos. “No es por la manija, es porque nos tienen de hijos, y lo peor es que marcan las casas quizás con otras intenciones”.

La feroz inseguridad es sin lugar a dudas una de las grandes problemáticas que tiene a maltraer a gran parte de la provincia.

Departamentos como Godoy Cruz, Las Heras y Guaymallén se han convertido en comunas sumamente inseguras, y en las que el caos parece haber ganado las calles.

En Las Heras, puntualmente en barrios como Jardín Los Andes, Cementista y Parque Norte, los robos de picaportes y flexibles de medidores de agua son de los hechos que más preocupan y tienen a maltraer a los vecinos.

Y por más que en estos sectores abunden las cámaras de seguridad, las alarmas vecinales y otros tantos dispositivos con los que los lugareños buscan frenar la inseguridad, nada parece alcanzar.

Las imágenes a las que accedió este diario son elocuentes. El grado de impunidad con el que se manejan los malvivientes es preocupante.

Ver: El inútil tironeo político que dejó a la deriva a un barrio acechado por la inseguridad en Godoy Cruz

“No es por la manija, es porque nos tienen de hijos, y lo peor es que marcan las casas quizás con otras intenciones”, dijo uno de los tantos vecinos que en los últimos días sufrió la visita de delincuentes.

Otro de los lugareños que sufrió el robo de la manija del portón, además, contó que a su vivienda “le hicieron una marca con aerosol”.

El hecho de que marquen las viviendas, es también algo recurrente en la zona: “Me puse con aguarrás y ácido muriático, y así logré sacar la marca”, comentó la víctima de uno de los últimos hechos ocurridos en esta transitada zona.

Y si bien en la Municipalidad de Las Heras están al tanto de lo que ocurre en estas barriadas, y es común que algunos funcionarios departamentales recorran la zona y se acerquen a los vecinos, los robos no aflojan y la desesperación es cada vez mayor.

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