La nueva estafa piramidal que llegó a Mendoza para quedarse… ¡y en dólares!

PayDiamond, centrada en la “compra, lapidación y venta de diamantes”.

En Mendoza —y la Argentina— pueden encontrarse estafas piramidales para todos los gustos, desde Nu Skin hasta el Telar de la Abundancia, pasando por la antiquísima Amway y la célebre Herbalife.

El sistema siempre es el mismo y se describe por propia definición: una pirámide donde unos pocos están en la cima y ganan mucho dinero en detrimento de muchos otros que en la base ponen dinero sin cesar.

Nada nuevo bajo el sol, ciertamente. Sin embargo, en los últimos tiempos apareció una nueva estafa, de ese tenor… pero mucho más ingeniosa.

Se trata de PayDiamond, centrada en la “compra, lapidación y venta de diamantes”, según la proclama de la propia firma. En buen romance, la supuesta comercialización de joyas.

Hasta ahí, todo parece promisorio. Lo curioso es que, quien ingresa, jamás logra hacerse de joya alguna, sino que es todo de manera “virtual”: los miembros de la red no compran los diamantes, sino que adquieren “participaciones” en el negocio de acuerdo a un paquete de ingreso, a través del cual tendrán supuestos dividendos y ganancias.

“Usted participa, y todos ganan; el multinivel es sólo una herramienta para hacerse conocer. Si hoy las personas dejan de inscribirse, la compañía seguirá comprando, lapidando y vendiendo, y todos seguirán duplicando su inversión”, advierte la firma.

¿Duplicar la inversión? ¿Sobre la base de qué? A esta altura, está claro que se trata de una estafa lisa y llana.

Para ingresar a PayDiamond hay que hacerlo en dólares, lo cual vuelve la cuestión tan interesante como arriesgada. Se puede comenzar con U$S 400 o más, depende de cada paquete.

No hay límites para poner plata. Por caso, al Pack Premium se ingresa poniendo U$S 36 mil.

Según los impulsores del sistema en Argentina se puede ganar hasta 5% de interés por mes respecto de lo que se invirtió. Más aún, hay quien asegura que llegó a ganar u$s15.000 en apenas 80 días.

A esta altura aparecen varias dudas, que nadie responde a la hora de evacuar suspicacias: ¿De qué minas se extraen los diamantes que comercializa Paydiamond?, ¿En qué países se encuentran esas minas? ¿Quiénes son los principales proveedores y clientes?

Muchos de esos interrogantes —y otros— se manifiestan en páginas de Internet de diversos lugares del mundo, donde el sistema ya ha sido desenmascarado y denunciado. Es el caso de Bolivia y Perú, donde las autoridades han prohibido a esta compañía por fraudulenta.

Ello no ha evitado que algunos de los que allí hicieron estragos mudaran su “modelo de negocios” a la Argentina, como los bolivianos Felipe Campos y Edwin Condori. En el siguiente video puede verse al último de los mencionados en una ceremonia que parece sacada de una iniciación sectaria. Es de un acto en un hotel de Buenos Aires.

Las imágenes hablan por sí solas y parecen calcadas de otros “ritos” vinculados a empresas piramidales: promesas de dinero rápido y fácil, y testimonios rimbombantes acerca de lo mucho que puede crecerse en la firma.

Los que observan ese cuadro, mayormente personas de bajos recursos, ostentan rostros de ilusión y esperanza. Les durará muy poco.

A esta altura, cabe preguntarse: ¿Cómo es posible que sigan apareciendo empresas que estafan a través de este mismo sistema —el célebre Ponzi—, ya denunciado hace décadas y décadas?

Si alguien duda respecto de los fines e intereses de PayDiamond, solo debe ver el siguiente video explicativo:

En el país, en estas horas, empieza a verse un gran movimiento en torno a esta firma. Es que, en momentos de crisis, hay quienes creen poder encontrar en PayDiamond la solución a todos sus problemas.

Por ahora, los contactos son tibios, pero persistentes. De hecho, en estas horas se está organizando una mega reunión —léase “captación”— en un ostentoso hotel mendocino.

“A mí me llegó la invitación a través de un compañero de trabajo, que me dijo que podíamos ganar mucha plata por ser los primeros en ingresar en Mendoza”, contó a este cronista Laura, una vecina de la Cuarta Sección, vecina de quien escribe estas líneas.

-Pero tenés que poner dinero… ¡y en dólares!

-Sí, pero después recupero lo que puse y mucho más.

-¿De dónde sacas ese dinero?

 -Voy a pedirlo prestado, total lo devuelvo en pocas semanas.

-¿Vos sabías que ofrecen el 5% de interés mensual en dólares, lo cual es imposible de cubrir?

-¿Quién lo dice? Vamos a ver, los diamantes permiten ganar mucha plata.

-¿De dónde salen los diamantes? ¿Cómo son?

-No sé.

-¿De todos modos vas a confiar, aunque no sepas nada de lo que hay detrás de este “negocio”?

-Sí, porque me lo está ofreciendo alguien de confianza.

-Te recuerdo que ya fuiste estafada con el Telar de la abundancia…

-Esto es otra cosa, no tiene nada que ver con lo de los telares.

A esta altura, se insiste: ¿Cómo es posible que haya gente que siga cayendo en este tipo de trampas?

No hay más excusas. Como dice un antiquísimo proverbio árabe, “la primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía”.

Tarija. Surge otra denuncia de estafa contra Pay Diamond – eju.tv

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