El dato es elocuente y lo menciona Carlos Pagni en su columna de este jueves en diario La Nación: la idea de un sector del gobierno en estatizar YPF, en el contexto del enroque de Guillermo Nielsen por Pablo González, un ultra K “todo terreno”.
“La politización de la gestión es el peor servicio que el Gobierno podría prestarle al gerente Lew en sus negociaciones con los acreedores. ¿Quién le va a creer que el sacrificio que se les pide será puesto en función de una gestión más eficiente? La acción de YPF cayó ayer, en un día de euforia bursátil por la asunción de Joe Biden, más de 6%”, arranca Pagni contextualizando.
Luego, tira el dato: “Este derrumbe alienta las versiones sobre una fácil estatización. Se atribuye ese objetivo al Instituto Patria. El diputado provincial de Neuquén Mariano Mansilla, muy ligado al secretario Martínez, lo propuso varias veces”.
Más adelante, el mismo columnista arriesga un dato que involucra a esta provincia: “El nuevo presidente de YPF será el encargado de alinear a la petrolera con un plan electoral. Producir, tal vez, a pérdida. Ejecutar la represión sobre los precios. Invertir en Neuquén y Mendoza, dos provincias en las que el kirchnerismo quiere ganar las elecciones”.
Debe tenerse en cuenta que Pagni es uno de los periodistas mejor informados del país. No es un dato menor.
Cambios en YPF: Nielsen deja la presidencia y lo reemplaza un diputado kirchnerista