La eliminación del precio sostén para la hoja verde y la canchada (hoja seca, sin molienda) generó preocupación tanto entre los consumidores como entre los productores de yerba mate en Argentina.
Esta semana marcó el inicio de la cosecha en el noreste argentino, pero sin la regulación que ha estado en vigor durante los últimos 22 años. El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, impulsado por Javier Milei, restringió las funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), permitiendo que la oferta y la demanda en este mercado operen sin intervenciones estatales.
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Actualmente, la hoja verde se valora en un promedio de $370 por kilogramo, calculado en el punto de secado, con precios al consumidor que oscilan entre $2500 y $4000 para paquetes de un kilogramo.
Expertos en la industria señalan que, al menos a corto plazo, la desregulación no debería afectar los precios en las tiendas. Esto se debe a que el precio del paquete ya ha sido ajustado debido a la fuerte devaluación ocurrida en diciembre pasado.
“Con el valor que tiene la yerba en el mercado, los industriales podrían pagar los $500 que demandan los productores sin necesidad de aumentar el precio del paquete”, afirmó un representante de los productores de yerba mate.
No obstante, en las páginas web de diferentes supermercados se observa una notable dispersión en los precios del kilogramo de yerba mate, que van desde $3380 hasta $4290, dependiendo de la marca. Según mediciones del INDEC sobre paquetes de medio kilogramo, el precio ha aumentado un 343% entre febrero de 2023 y el mismo mes de 2024.
En medio de las especulaciones generadas por la mencionada resolución, revelaron que el precio podría dispararse hasta los $6000 en los próximos meses.