En momentos por demás complicado para los bolsillos de los argentinos, a los mendocinos se les ha puesto muy complicado conseguir un alquiler acorde a los ingresos actuales. Mientras que la inflación cerró el 2020 en torno al 35%, los valores de las propiedades en nuestra provincia aumentaron entre 40 y 50%.
Hay muchas cuestiones que hay que tener en cuenta para rentar una vivienda. El tamaño y la zona de la propiedad, por ejemplo, ya que el alquiler promedio para una familia tipo arranca en los 11.000 pesos, aunque si se refiere a un costo promedio en una zona y casa o departamento “tipo”, los precios oscilan entre los 18.00 y los 20.000 pesos. Igualmente, según Eco Cuyo, hay opciones mucho más caras, y sin tener en cuenta las expensas u otro tipo de gasto.
En Mendoza un salario promedio ronda los 45 mil pesos, lo que complica en demasía la situación de quienes tienen que alquilar. Quienes tienen que salir a buscar una casa nueva por estos días, están más complicados que quienes ya cuentan con una propiedad y solo deben renovar o actualizar el monto. Referentes del sector, en dialogo con el medio colega, señalaron que están partiendo de valores más altos a los que correspondería por el temor a las regulaciones en precios que la ley de alquileres sancionada el año pasado impone.
El incremento en los costos es un mix entre esta situación y una baja en la oferta para la renta, también provocada en parte por la mencionada ley. Por un lado, muchos propietarios decidieron sacar sus casas del mercado de alquileres con intenciones de venta y no quedar atados a las decisiones gubernamentales sobre aumentos y contratos.
Por el otro, el freno en la economía observado desde 2019 también perjudicó en la inversión de nuevas propuestas para el mercado, con el consecuente impacto en la cantidad y variedad de viviendas para alquilar.
Lo que los referentes del sector destacaron y reprocharon, es que la ley de alquileres ha congelado el valor de los mismos, y eso ha incidido en el temor de los propietarios acerca del llamado intervencionismo.
El corredor público Miguel Ángel Astorga y Estanislao Puelles Millán, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Mendoza, coincidieron en que –en un contexto en que los sueldos vienen perdiendo con la inflación desde hace dos años- son muchas las familias que deben mudarse o buscar alternativas más incómodas en relación a sus necesidades debido al encarecimiento de los alquileres.
No obstante, Puelles Millán destacó que –según un relevamiento de la entidad que representa- la morosidad en el rubro habitacional no llegó al 8% en diciembre y que fue del 16% en los peores momentos del confinamiento, allá por los meses de abril y mayo de 2020.
A partir de la nueva ley que comenzó a aplicarse el año pasado y que en cierto modo “congeló” el valor de los alquileres, calcularon que los mismos tendrán un aumento dado por el Banco Central, institución que hará un cálculo de indexación anual conformado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
No obstante, y por la incertidumbre que esto genera, ya hay alquileres nuevos que se pactan con precios altos con el fin de cubrirse las espaldas por los próximos tres años en que el valor mensual se ajustará por un precio establecido por el Estado y no, tal vez, por el verdadero movimiento de la inflación o del mercado.