Argentina enfrenta una preocupante situación que podría dejar a sus ciudadanos sin efectivo en los próximos meses, como resultado de las numerosas deudas dejadas por el gobierno anterior encabezado por Alberto Fernández.
Un equipo de trabajo compuesto por el Banco Central, dirigido por Santiago Bausili, y la Casa de Moneda, bajo la dirección de Daniel Méndez, está luchando por resolver un problema crucial: el desbloqueo del envío de millones de billetes que fueron encargados al extranjero pero que aún no han sido liberados debido a la falta de pago.
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El caso involucra a diversas compañías de renombre internacional, incluyendo empresas chinas, brasileñas y españolas. Se están llevando a cabo intensas negociaciones para persuadir a estas empresas a liberar los billetes solicitados, con el objetivo de garantizar que los bancos estén adecuadamente abastecidos y que los cajeros automáticos cuenten con suficiente efectivo, especialmente en un contexto de alta inflación donde la demanda de billetes es constante para realizar todo tipo de transacciones.
La raíz del problema se encuentra en una deuda acumulada durante la gestión anterior, revelada en parte por el actual presidente, Javier Milei, quien mencionó en una entrevista los desafíos inusuales que su gobierno enfrenta, incluyendo los problemas con los billetes.
La negativa del gobierno anterior a aprobar la creación de billetes de mayor denominación a los actuales llevó a una situación donde la imprenta estatal, la Casa de Moneda, no pudo satisfacer la demanda de efectivo. Esto obligó a recurrir a la importación de billetes de otros países como China, Brasil y España.
Sin embargo, la gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía, marcada por la profundización del cepo cambiario debido a la escasez de dólares, resultó en la interrupción de los pagos a los proveedores extranjeros, lo que generó tensiones y obstaculizó aún más la disponibilidad de billetes en el país.
El trabajo de la nueva gestión se centra en recuperar la credibilidad perdida y resolver esta situación urgente. La deuda acumulada con las empresas extranjeras asciende a millones de dólares, y su pago es crucial para garantizar el flujo de billetes en el sistema financiero argentino.