El interbloque del kirchnerismo en el Senado, que tiene al frente a José Mayans, solicitó una sesión especial para el jueves de la semana próxima a fin de rechazar el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que impulsa Javier Milei.
La bancada que comanda Mayans, tendrá la díficil tarea de convencer a cuatro representantes de otros bloques para alcanzar el quórum -37- y lograr la apertura del recinto.
Días atrás, trascendió la intención del cristinismo senatorial sobre la idea de agitar una sesión para discutir el DNU, luego de haberse vencido el plazo de 10 días para que fuera tratado por la comisión bicameral de Trámite Legislativo.
Esta comisión nunca se reunió. La Cámara alta hizo lo suyo y eligió a sus integrantes. De todos modos, Diputados no siguió ese camino ya que el kirchnerismo sugirió una cantidad de miembros que rechazó el titular de la Cámara baja, Martín Menem.
El martes por la tarde, el interbloque que encabeza Mayans se reunió para efectuar un análisis de la ley ómnibus que debate Diputados y delinearon una estrategia sobre el mega DNU.
Según confiaron, en el cónclave no hubo una postura unánime para empujar rápido una sesión y voltear la medida del libertario, que necesita la negativa de ambas Cámaras del Congreso para ser rechazada, algo que nunca sucedió desde que se instauró este tipo de normativa que utilizan todos los Ejecutivos.
El objetivo de la bancada kirchnerista era conseguir las firmas de otros opositores para blindar el quorum y agitar las aguas en el Senado. Sin embargo, la acción no prosperó.
Pese a lo ocurrido, ayer ordenaron firmar igual la solicitud con cinco senadores -el mínimo que pide el reglamento-y sólo hubo del Frente de Todos: Mayans, Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Juliana di Tullio (Buenos Aires), Sergio Leavy (Salta) y Juan Manzur (Tucumán).
La lupa del quorum estará puesta ahora en opositores no kirchnerista como Unidad Federal, Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro), los dos santacruceños que responden al gobernador Claudio Vidal y dos misioneros renovadores.
El domingo último, el senador peronista y titular de la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara alta, Edgardo Kueider (Entre Ríos-Unidad Federal), reclamó que la Corte Suprema intervenga rápido sobre la medida. “Si no se expide, puede llegar a ser peligrosísimo”, aseguró el legislador a Infobae.
“Soy partidario de dar tiempo a la comisión o a que la justicia se expida. En realidad, me gustaría que la justicia y la Corte tomen cartas en el asunto. Hay muchas cuestiones de validez con el tema del DNU y la única forma de ir atrás es con la justicia. Si no, va a quedar un muy mal precedente. No estamos hablando de un DNU: son varios decretos metidos en uno”, agregó.
El legislador entrerriano no se mostró muy convencido con la idea que terminó de cristalizar horas atrás el cristinismo. “No comparto la estrategia legislativa que utilizan. ¿Y si convocan y después no tienen quorum? ¿Y si no logran mayoría? Te puede salir el tiro por la culata. Por eso hay que instar al presidente de Diputados -Menem- para que designe a los integrantes de la bicameral y debatir el tema. El Senado ya lo hizo y estamos esperando. Es un riesgo ir al recinto sin un dictamen. También le pediría a la Corte que se expida”.
Si la sesión no tiene quorum, el Frente de Todos deberá conformarse con discursos en minoría. Si logra su objetivo, se abriría un frente de conflicto importante para el oficialismo.