Ecuador registra su más severa crisis de seguridad, con la fuga de dos líderes de bandas criminales, ataques explosivos en varias ciudades, incendios de automóviles, ataques a hospitales, donde hubo al menos ocho muertos y motines multiplicados en varias cárceles con retención de agentes penitenciarios.
Las situaciones de crisis en la seguridad llevaron al presidente Daniel Noboa a declarar al país en estado de “conflicto armado interno” y ordenar a las Fuerzas Armadas “ejecutar operaciones militares para neutralizar” el accionar de una veintena de organizaciones.
El decreto ejecutivo reforma el estado de excepción vigente desde el lunes y reconoce la existencia de un conflicto armado interno, por lo que dispone la movilización e intervención inmediata de las Fuerzas Armadas y la Policía en el territorio nacional.
En las primeras horas, desde la declaración del “conflicto armado interno”, se registró una ola de terror en Guayaquil, donde organizaciones armadas atacaron cinco hospitales y una unidad policial del suburbio de la principal ciudad del país, con un primer saldo de ocho muertos.
La Empresa Pública Municipal Segura EP atendió 650 emergencias en una tarde y recibió durante las primeras dos horas de vigencia del decreto gubernamental, a partir de las 14 locales, un total de 1.932 llamadas pidiendo asistencia.
En solo hora y media de terror se registraron ocho personas fallecidas y dos heridas en Guayaquil, además de dos vehículos y dos motos incinerados, reportó el diario ecuatoriano Primicias.