10 razones por las cuales De Marchi va a perder la elección

Por Sergio Miranda

Si bien De Marchi podría tener una buena lectura que le permitiera tener un buen diagnóstico, equivocó la estrategia, repitiendo su eterno error de ocuparse más por ser un buen táctico, que un buen estratega. Por eso está a punto de perder su última oportunidad de ser gobernador y mucho de esto se explica por errores propios no forzados.

Algunos de estos errores están sintetizados y explicados en estos 10 puntos:

1- Su deseo eterno de ser gobernador: Lo hizo estar 20 años de campaña y no ocuparse de la gestión como debía. Aunque pueda argumentarse lo contrario, en su primera época de intendente abandonó su segundo periodo y le entregó la intendencia a Parisi. Y en su segunda época arrancó con la vara tan baja dejada por López Puelle, que todo lo que hizo era bueno, pero si comparamos su gestión, con la intendencia de Bragagnolo, podemos afirmar que el alumno superó al maestro.

2- No armar equipos: Nunca buscó rodearse de los mejores y optó por un entorno que no lo incomodara. Eligió ser un jefe y no un líder y no comprendió la frase “los buenos jugadores ganan partidos, pero los buenos equipos ganan campeonatos.”

3- Hacer como que si: Vinculado a lo anterior, siempre buscó aparentar y dar la imagen de “armar equipos” y tener planes, pero nunca lo hizo, ni lo hace. Hace “como que sí”, pero no desde la convicción y solo lo ve desde el anacrónico marketing de mostrar un mega “Plan de Gobierno”. Hasta los recién iniciados en política saben que para gobernar solo hacen falta 5 o 6 ideas claras y el resto es capacidad de gestión, de articulación y de equipos profesionales de gestión.

4- Priorizar lo táctico (o no tener estrategia): Mantuvo una pelea y expectativa de ruptura desde enero hasta abril y ahí pensó más en la rosca política que en la gente. Si se hubiera ido de Cambia Mendoza en enero, si hubiera alentado a adelantar las elecciones municipales en Luján, si hubiera armado con caras nuevas, si hubiera optado por un discurso “pro” (en ambos sentidos del adjetivo) y no “contra”, otro sería el resultado hoy.

Sergio Miranda

5- Repetir recetas: En consonancia con lo dicho, repite recetas y confunde sumar con amontonar, porque piensa tácticamente y cree que es mejor robar soldaditos que sumar nuevos. Esto lo hace llenarse de estructuras obsoletas y arcaicas y encima carísimas, de sindicatos, peronistas de Paco Pérez y radicales marginales. Nada que sume votos de la gente porque es más de lo mismo, pero peor.

6- Estar amordazado: No puede decir nada comprometido para no enojar a sus aliados, por lo que, si llegara a ganar, a alguno o a algunos va a traicionar. No se puede estar bien con todos, todo el tiempo, porque gobernar es tomar decisiones y tomar decisiones es priorizar.

7- Priorizar un discurso de odio: Ser “hater” genera un público siempre, aunque minoritario. Su foco en atacar en Cornejo a la larga se interpreta como “Lo que Juan dice de Pedro, habla más de Juan que de Pedro.” Es una explicación simple apoyada en la popularmente conocida como Ley del Espejo que en su primer principio dice: “Todo lo que me molesta, irrita, enoja o quiera cambiar del otro, en realidad está dentro mío. Los demás reflejan aquello que no queremos ver o aceptar en nosotros mismos.” (Y. Noguchi).

8- Fingir buena onda: La incoherencia se nota. A De Marchi si lo lees desde lo no-verbal (que es el 93% del lenguaje), se lo ve irritable, incomodo, frustrado. Aun así, le pone onda, pero el problema es que se ve fingida, mal actuada y queda solo lo hace como “acting de campaña”.

9- Haber perdido la referencia nacional: De ser el operador de Rodríguez Larreta, a pelearse con Patricia Bullrich, a los coqueteos con Massa (a través de sus aliados Orozco y Difonso), a estar esperando la bendición de Milei, se desdibujó completamente y perdió el incipiente capital político construido a nivel nacional. Una vez más, la ambición pudo más que la razón y por querer quedar bien con todos, queda mal con todos.

10- Creer que se puede decir cualquier cosa: No se puede ser casta y querer actuar anti casta. Apoyar el ítem aula y luego criticarlo. Hacer silencio con la RTO y luego querer eliminarla. Y así se podría seguir describiendo idas y venidas de las cuales la gente toma nota. Cuando se subestima al público se cree que subirse a un slogan impactante, es tener un discurso. Por pensar siempre en la frase gancho, De Marchi se olvidó de ser él (o quizás prefiere no mostrarse tal cual es).

No creo que De Marchi sea el diablo como le dice su ex amigo Parisi. Simplemente creo que cometió errores que lo condenaron a perder credibilidad y confianza de la gente (principales activos de cualquier político). Por esto será el segundo más votado en la elección del 24 de septiembre.

 

Sergio Miranda

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