“Entre todos podemos frenarlos”, expresa una de las imágenes que se difundió en las últimas horas. En ella, se convoca a la mayor cantidad posible de alumnos de la Universidad de Mendoza a realizar una sentada en reclamo por sus derechos.
Lo cierto es que el aumento de cuotas es una situación sumamente preocupante y que, al mismo tiempo, parace ser ignorada por las autoridades. Esto convierte en una tarea casi imposible finalizar una carrera. Por eso, los alumnos de la Universidad de Mendoza se reunirán en la sede central hoy y mañana. “En lo posible llevar carteles”, concluye el texto de la imagen.
Son muchos los testimonios de jóvenes que se sienten entre la espada y la pared, entre el deseo de estudiar y la constante preocupación de cómo llegar a pagar cada mes. Sin ir más lejos, alumnos de la Universidad Champagnat y de Congreso recientemente protestaron por la misma razón.
Todos ellos alzaron la voz contra un enemigo común: el incremento exagerado en las cuotas de cada una de las carreras que, siendo una llave para su futuro, lo único que hace es complicar sus vidas. Con aumentos de más del 70%, los jóvenes se han hartado de una situación que parece no importar a las autoridades de las universidades.
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Por otro lado, y como si no fuera suficiente el temor de no poder finalizar la carrera, estudiantes piden por mejores condiciones en el edificio de la Universidad Católica Argentina. “Estudiar es un derecho”, expresa el hashtag con el cual difunden la protesta que se llevará a cabo hoy a las 10.30.
“WiFi disponible para todos, instalaciones limpias e incluso agregar mesas de examenes”, son algunos de los reclamos que justamente exigen para quienes aún pueden continuar sus estudios. Ya que han sido muchos los que, debido a los incrementos mensuales, debieron abandonar sin saber si un día podrían volver.
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“Es culpa de la inflación”, ha sido la respuesta que la mayoría de los alumnos recibió por parte de las autoridades educativas. Uno de los problemas que más recalcaron es que sienten que son tratados como sus “clientes”, en vez de sus estudiantes.
Entre muchos de los descuidos, falta de accesibilidad, e inclusive negligencia, los elevados costos en los aranceles es una gota más que rebalsa el vaso.
Todo ello terminó por hartar a los estudiantes. Decidieron convocar a una sentada masiva en busca de una pronta solución a un problema que los perjudica desde hace meses y, esta vez, esperan ser por fin escuchados.
