Solo un día restaba para que culminara el año 2004, cuando se apagó la vida de 194 jóvenes que disfrutaban de una presentación de su banda favorita, Callejeros.
En el barrio porteño de Once, República Cromañón recibió a la banda liderada por Patricio Fontanet en aquel entonces. Como era habitual por esos años, una multitud llegó hasta las instalaciones del establecimiento dispuesta a cerrar el año cerca de sus ídolos.
Pocos minutos faltaban para llegar a las 23:00 cuando el incendio, que a posterior terminaría en tragedia, arrancó. Sonaban los primeros acordes de “Distinto”, el tema con el que el grupo de Villa Celina abrió el concierto.
Cerca de 3 mil chicos disfrutaban de la velada desde horas tempranas, sin imaginar el desenlace.
El encendido de una bengala hizo que comenzaran a llover pequeñas gotas de plástico incandescente. Luego, un panel de goma espuma cayó sobre el suelo e intentó ser apagado por los jóvenes. No pudieron.
El verdadero horror empezó a vivirse en Cromañón cuando el saxofonista Juancho Carbone marcó el lugar exacto donde había quedado colgada una pequeña bola ardiente de una bengala.
La banda dejó de tocar y lo único que se escuchaban eran pedidos de auxilio, pedidos de socorro y ruegos.
Además de los presentes, los siete músicos corrieron despavoridos con la intención de salvar sus vidas. Ellos pudieron, 194 personas no.
Los segundos pasaban y ya comenzaban a escucharse las primeras sirenas de ambulancias, bomberos y móviles policiales que llegaban al lugar de los hechos.
Para ese entonces, el humo de las bengalas se adueñó del cielorraso del boliche, tiznando de negro pieles, bocas, narices y pulmones, hasta dejar sin oxígeno a muchos de los presentes.
El proceso de evacuación falló. Miles de chicos quedaron indefensos y expuestos a las llamas porque las puertas de emergencias se encontraban bloqueadas con candado.
La justicia determinó que por el incendio y muerte de 194 personas, fuera condenado el propietario del lugar, el empresario Omar Chabán, a 20 años. También el manager de la banda, Diego Argañaraz que recibió 18 años, el subcomisario Carlos Díaz otros 18 años. Los funcionarios Fabiana Fiszbin y Ana María Fernández recibieron 2 años y 4 meses; Raúl Villareal, socio de Chabán, 1 año en suspenso.
Estos no fueron los únicos. Los músicos Patricio Fontanet, Maximiliano Djerfy, Eduardo Vázquez, Juan Carbone, Christian Torrejón, Elio Delgado y Daniel Cardell, fueron absueltos en un primer momento.
A los años, allá por el 2011, la Cámara de Casación Penal determinó que la banda fue coorganizadora del show junto con Chabán y dispuso 7 años para su líder y 5 para el resto de los artistas. También recortaron las penas del resto de los condenados.
Los ídolos de las 194 víctimas cumplieron la condena hasta superar los 2/3 de la misma tras las rejas. En 2019, Fontanet recuperó la libertad.
Además de los empresarios y músicos que se vieron implicados, otras personalidades también pagaron caro aquel fatídico episodio.
El entonces jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra fue destituido por medio de un juicio político, asumiendo en su lugar el vicejefe de gobierno, Jorge Telerman.
La recordada noche del 30 de diciembre de 2004 marcó un punto de inflexión, hubo cambios culturales y políticos.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires clausuró varios establecimientos que no cumplían con las habilitaciones, ni condiciones adecuada para este tipo de presentaciones.
Desde ese 30 de diciembre nada volvió a ser igual en el ambiente del rock nacional.