La historia de Julia Wendell tuvo mucha repercusión el último tiempo en todo el mundo. La joven se abrió una cuenta de Instagram para demostrar que es Madeleine McCann, la niña desaparecida en 2007. De inmediato, se volvió viral, gracias a quienes creían en su declaración y a los que la refutaban.
Wendell se basó en el hecho de la falta de información con respecto a su infancia y la negativa de sus padres a hacerse la prueba de ADN o a darle la partida de nacimiento.
Ante la importancia del caso, la familia de la joven aclaró que “Julia sólo quiere ser famosa”. Además, afirmaron que ella padece problemas psicológicos y no quería tomar la medicación correspondiente.
Los familiares dieron a conocer que tienen pruebas de su infancia y entregaron su partida de nacimiento a la Policía de Polonia.
La nueva declaración
El viernes 3 de marzo, mediante un vivo de Instagram, Julia reveló que “quizás ella no es la niña desaparecida”. Sin embargo, ella y la vidente Fia Johansson, ahora su representante legal, afirmaron que tienen evidencias de que en su vida pasó algo muy grave y aseguran que es otra chica secuestrada.
En base a esa información, se realizó una prueba de ADN para verificar si es o no Livia Schepp, una niña suiza de 6 años que desapareció junto a su gemela Alessia, en el año 2011.
Problemas familiares
Luego de las declaraciones de sus padres, Julia Wendell reveló que se encuentra en un mal momento con su familia y que la han bloqueado de todas sus redes sociales. Recordemos que la cuenta personal de la joven, @iammadeleinemccann, fue suspendida por decisión de Instagram.
Mientras tanto, su representante aclaró que, para que se pueda iniciar una investigación policial en Polonia, la orden debe llegar desde Portugal.