Un verdadero escándalo comenzó a dar que hablar en los pasillos del hogar de menores Vida Nueva en Bermejo, Guaymallén.
De esta institución, ubicada sobre calle Mathus Hoyos, el 24 de enero pasado escaparon 10 niñas, “de entre 12 y 13 años de edad”, confiaron a News Online allegados a la institución.
Los mismos informantes, señalaron que poco después, las autoridades localizaron a siete de las menores que habían optado por irse del mencionado lugar.
Tania Addamo, una joven de 25 años de edad que mantiene un fuerte lazo afectivo con una de las menores desaparecidas, charló en exclusiva con este diario y contó que el hecho fue denunciado en la Fiscalía 9º.
La mujer, que en todo momento de la charla dejó en claro que no tiene un vínculo familiar con una de las nenas desaparecida, expresó su preocupación. “Ya han pasado varios días, esta situación es más que preocupante”.
“Necesito que alguien me escuche”, pidió Tanía, que por estas horas mueve cielo y tierra a fin de dar con Ámbar Ibarzabal (12), una jovencita que parece haberse evaporado del hogar.
Ayer por la tarde, en las afueras del lugar se llevó a cabo una protesta, así y todo las respuestas brindadas por las autoridades no conformaron a los presentes.
Los denunciantes, también están un tanto desorientado con la cantidad de chicas que regresaron a la institución. Si bien el Ministerio Público Fiscal precisaron que están buscando a dos menores que todavía no son localizadas, otras fuentes aseguraron que son tres las jovencitas desaparecidas por estas horas.
Otra fuente consultada por este diario, y que prefirió quedar en el anonimato, aseguró que no es la primera vez que ocurre una situación de este tipo en el lugar.
“¿Cómo es posible que a cada rato se fuguen?. Evidentemente no las cuidan”, dijo.
“Espero que Ámbar aparezca sana y salva, porque si no ellas (por las autoridades) tendrán la culpa si les pasa algo”, añadió la desesperada mujer.
Inclusive, la informante agregó: “Ámbar no era de esas niñas que les gustaba escaparse, ella me decía ‘para que me voy a fugar si allá afuera me pueden violar o matar. Yo nunca me voy a fugar”.
Y explicó que una de las encargadas del hogar acostumbraba a llegar “idiota” y acostumbraba a tratar mal a las niñas. “Ámbar no soportaba más esa situación”, completó.
En el Ministerio de Seguridad están al tanto del tema, y pese al hermetismo que hay en torno al caso, confían en que las menores desaparecidas podrían estar “con un familiar directo”.