Un reciente estudio da cuenta de que las personas que viven o crecen en condiciones de vulnerabilidad expresan una cierta genética que las predispone a enfermedades transmisibles, no transmisibles y crónicas, en lo que se conoce como epigenética o se podría interpretar como una suerte de genética de la pobreza.
Según se expresa en el paper publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos (PNAS), las personas que viven o crecen en condiciones de vulnerabilidad expresan una cierta genética que las predispone a enfermedades transmisibles, no transmisibles y crónicas, en lo que se conoce como epigenética o se podría interpretar como una suerte de genética de la pobreza.
“Los resultados apuntan a nuevas formas de pensar sobre cómo las desigualdades sociales ‘se meten debajo de la piel’ y también exigen esfuerzos renovados para prevenir las condiciones crónicas del envejecimiento décadas antes del diagnóstico”, dijeron los autores del estudio.
En el estudio se hizo el seguimiento de un grupo de más de 4.500 de niños y adolescentes por 20 años, hasta que llegaron a una edad adulta de entre 30 y 35 años. Se les extrajo sangre y vieron que muchos tenían genes que en la actualidad los científicos saben que están relacionados con enfermedades autoinmunes, distintos tipos de cáncer, hipertensión arterial, diabetes y con organismos que poseen escasas posibilidades de respuesta para combatir enfermedades virales.
El cardiólogo argentino Oscar Cingolani, en diálogo con Infobae, resolvió algunas dudas.
“En el trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos (PNAS), siguieron a un grupo de más de 4.500 adolescentes, niños adolescentes por 20 años y les sacaron sangre cuando ya tenían 30, 35 años. Así vieron que tenían genes en la sangre, porque hoy por hoy podemos medir cierta carga genética en una muestra de sangre y vieron que algunos tenían genes que actualmente sabemos que están relacionados con enfermedades autoinmunes, con cánceres, con hipertensión arterial, con diabetes, y con escasa respuesta para combatir enfermedades virales“.
“Según este artículo, haber crecido en un ambiente pobre, ya provoca cambios en la genética que lo predispondrán a tener enfermedades crónicas, con lo cual esto es lo que hoy llamamos “medicina personalizada” o “medicina de precisión”. Esta pista genética nos va a permitir en el futuro determinar en un joven qué genes tiene, de acuerdo a su background y también trabajar en darle más recursos a esa población desde pequeños y prevenir esas enfermedades potenciales”.
Entonces, crecer de chicos en un entorno socioeconómico con estrés, con violencia, con mala educación, con falta de insumos hace que nos cambie el mapa genético que después se va a ver por más inflamación, peor respuesta ante las infecciones. En este artículo en particular lo han unido con genes que se ven en el Alzheimer, en la obesidad, en la artritis reumatoidea, en la diabetes, en la presión arterial. Esto es una de las cosas que a mí me interesa, nosotros estamos pensando en hacer una búsqueda en los barrios pobres de Baltimore y ver qué pasa con esos hipertensos que crecieron en un entorno pobre, porque eso es importante.
“Entonces, crecer de chicos en un entorno socioeconómico con estrés, con violencia, con mala educación, con falta de insumos hace que nos cambie el mapa genético que después se va a ver por más inflamación, peor respuesta ante las infecciones. En este artículo en particular lo han unido con genes que se ven en el Alzheimer, en la obesidad, en la artritis reumatoidea, en la diabetes, en la presión arterial”, explicó Cingolani.