Sabido es que La Pampa está empecinada en trabar diferentes proyectos hídricos que impulsa el Gobierno mendocino. No hay que urgar mucho en el tiempo, para hacer mención al polémico Portezuelo del Viento, la obra más resistida de todas.
Luego del revés que sufrió Mendoza con Nación por la famosa represa, Rodolfo Suarez apuntó todos cañones a la concreción de El Baqueano, una obra pensada para llevar a cabo en la cuenca del Río Diamante en San Rafael.
Esta iniciativa tampoco cayó bien en la provincia del peronista Sergio Ziliotto. “Que abran la licitación para El Baqueano si quieren, porque eso no significa que harán la obra. De hecho, Mendoza todavía tiene abierta la licitación para Portezuelo del Viento, aunque nunca podrán construirla. Mientras tanto, nuestro gobierno sigue alerta y ahora vamos a reiterar el pedido para que haya una intervención más firme del gobierno nacional”, dijo Néstor Lastiri, secretario de Recursos Hídricos.
Recientemente, al ser consultado sobre el anuncio de Suarez, Lastiri recordó que hace un mes le envió una carta a Pablo Storani, director nacional de Política Hídrica, planteando “la preocupación por los anuncios de avances en una nueva obra de regulación desde Mendoza, en este caso El Baqueano”. En la provincia vecina, los colegas de La Arena, aseguran que el pedido volverá a realizarse.
En aquella misiva, fechada el 5 de septiembre, autoridades pampeanas argumentaron que el “Estudio Integral de la Cuenca” cuantificó los usos de cada subcuenca, definió los caudales ambientales y concluyó que el Desaguadero Salado Chadileuvú resulta un único sistema hídrico”, y pidió que nuestra provincia informe “sobre los usos ambientales, la existencia de estudios de impacto ambiental y demás aspectos necesarios para justificar la viabilidad ambiental” del proyecto.
Lastiri también reconoció que “sigue faltando una posición más firme desde la Nación y un compromiso mayor desde las demás provincias afectadas” frente a esta política de apropiación del agua, pero advirtió que “La Pampa tiene listas todas las herramientas para continuar reclamando, incluso mediante nuevas presentaciones judiciales”.
Según Lastiri, el ruidoso anuncio sobre El Baqueano “refleja la terca decisión mendocina de seguir desconociendo la posición de La Pampa”, así como la necesidad de Suarez “por hacer alguna obra hídrica” durante su gestión. “Por eso muestra distintos proyectos todos los días, y salta de un lado para otro tratando de pegar alguna. Además de El Baqueano, habla del trasvase, de Los Blancos, de Uspallata, siempre a las apuradas y con el único objetivo de quedarse con toda el agua. Pero jamás anuncia inversiones para mejorar su ineficiente sistema de riego o hacer un mejor uso del agua”.
El funcionario pampeano indicó que esa conducta “también tiene objetivos políticos. Suárez tira trompadas para todos lados tratando de salvarse y sigue obsesionado con hacer alguna obra de 500 millones de dólares. Y cuando no funciona, le echa la culpa al presidente de la Nación o a la provincia de La Pampa“.
Mientras tanto, “continúa creciendo el rechazo a su vetusta concepción, no solo en La Pampa, también en otras provincias y en las propias asambleas por el agua de Mendoza“, recordó Lastiri. Eso sucede porque “muchos mendocinos empezaron a tomar conciencia. Cuando se preocuparon por el fracking, comenzaron a comprender la problemática del agua y entendieron que si continúan con esta política nunca dejarán de tener problemas hídricos, por más agua que nos roben a nosotros y a las demás provincias“.
En tal contexto, Lastiri recordó que las autoridades mendocinas “se ven obligadas a mentir todo el tiempo, para eludir problemas, porque la verdad es que el ambiente y los ecosistemas no les importan para nada”. Por eso, “en la última reunión de Coirco, cuando el ministro de Obras Públicas argumentó que Mendoza se adecua a las leyes y respeta que no pueden hacer obras sin estudio de impacto ambiental, le respondimos que no sigan echándole la culpa al periodismo. Porque los diarios de Mendoza no inventan estas cosas, solo replican las declaraciones de Rodolfo Suarez“.
Sin embargo, “La Pampa no busca cambiar la mentalidad de Mendoza, sino que las demás provincias se involucren más en esta problemática, como sucedió con Río Negro y Buenos Aires cuando comprendieron que el trasvase, lejos de beneficiarlas, las perjudicaría”. O como “el caso de San Luis, que ahora está alerta porque también se verá afectada por El Baqueano”. Según el pampeano, esas jurisdicciones “tomaron conciencia con el tema de Portezuelo, cuando María Eugenia Vidal quería votar a favor, y resulta que Buenos Aires sería la más perjudicada”.
Mientras tanto, “a Mendoza no se le puede creer nada. Promete que habrá más agua cuando llueva, cuando caiga más nieve o cuando llenen embalses, pero nunca es así. Porque construyen represas para quedarse con toda el agua. Y le echan la culpa a la naturaleza, cuando los ineficientes son ellos“.