El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos registró una tasa interanual del 8,5% en julio, marcando una desaceleración respecto del 9,1% del mes anterior.
Según los analistas, la razón de la baja se encuentra en la caída sostenida que vienen teniendo los precios de los combustibles, que fue del 7,7 % en julio. El índice general de precios de junio a julio se mantuvo igual, la primera vez que eso sucede en casi dos años.
El retroceso de julio, impulsado por la caída en el valor de la nafta, fue mejor del previsto por los analistas y representa un alivio frente al pico de 9,1% del mes anterior, el cual fue un récord desde diciembre de 1981.
Los números podrían restar motivos para que la Reserva Federal continúe con sus agresivas subas en la tasa de interés de referencia, la cual fue incrementada en 75 puntos básicos de forma consecutiva en las últimas dos reuniones monetarias, y considere aumentos más pequeños de 50 o 25 puntos.
La economía de Estados Unidos se ha recuperado con rapidez de la pandemia; sin embargo, el repunte de la demanda ha provocado tensiones en las cadenas de suministro y un fuerte aumento de la inflación.
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— FMI (@FMInoticias) August 12, 2022
Por lo pronto, la próxima reunión monetaria está prevista para el 20 y 21 de septiembre, con lo cual contarán con un índice de inflación más para tener en cuenta.
Al mismo tiempo, el dato de julio representa un alivio para el presidente Joe Biden, el cual es cuestionado en las encuestas por la suba en el costo de vida que se consolida en la lista de preocupaciones de los estadounidenses.