El pasado jueves, en unas oficinas que se encuentran en la calle Espejo de la Ciudad de Mendoza, se dio un allanamiento. El empresario del que depende ese lugar vio ingresar allí a dos “policías” que le leyeron una orden e incluso lo hicieron hablar con un “juez federal” que le explicaba a esta persona qué era lo que estaba pasando.
Los supuestos policías, que sacaron 3,1 millones de pesos vestían el uniforme incluyendo chaleco antibalas, armas y la gorra de la fuerza.
Tras la denuncia se realizó un trabajo de investigación que incluyo entrecruzamiento de llamadas, geolocalización de teléfonos móviles e incluso la revisión de las imágenes de una cámara de seguridad.
Lo sorprendente fue cuando se descubrió que los delincuentes eran un policía, un efectivo del servicio penitenciario y un civil, quienes ya fueron detenidos y se encuentran a disposición de la justicia.
Según el portal Usina de Noticias, desde la fiscalía enunciaron: “Resulta muy destacable el trabajo del equipo de Oficina Fiscal 1, la División Robos y Hurtos, el Secretario de la UFI José Muñoz y la Auxiliar Claudia Mercado”.
Asimismo, se espera que en las horas venideras, la fiscal Rousselle resuelva las imputaciones en contra de estos tres sujetos.