A más de 50 días de iniciada la invasión de Rusia a Ucrania, el presidente Vladímir Putin ahora se la agarró con el gobierno de Estados Unidos.
De acuerdo a The Washington Post, Rusia amenazó a Joe Biden y lo advirtió sobre “consecuencias impredecibles” si continúa con su decisión de darle armas a Volodímir Zelenski.
“Hacemos un llamado a Estados Unidos y sus aliados para que detengan la militarización irresponsable de Ucrania, que implica consecuencias impredecibles para la seguridad regional e internacional“, es la cita de una nota diplomática del Kremlin que citó el diario estadounidense.
Además, en represalia por el hundimiento del buque insignia Moksva, Rusia bombardeó zonas cercanas a Kiev, donde destruyó la fabrica de misiles tierra-aire Neptune, que habrían sido utilizados para el ataque fatal contra el acorazado.
“El número y la magnitud de los ataques con misiles contra Kiev aumentarán en respuesta a todas las ofensivas terroristas y los sabotajes perpetrados en territorio ruso por el régimen nacionalista de Kiev”, señaló el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
Según los analistas militares, esto marca un nuevo cambio de estrategia bélica de Putin. Sobre los últimos días de marzo, al no poder dominar Kiev dada la resistencia de las tropas de Zelenski, Rusia concentró sus tropas en la zona Este de Ucrania, allí donde se encuentran las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, cuya “liberación” originó la invasión que ya lleva más de 50 días.
Las amenazas a Suecia y Finlandia
La adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN traería “consecuencias” para estos naciones y para la seguridad europea, adelantó el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
“Naturalmente, lo tienen que decidir las propias autoridades de Suecia y Finlandia. Pero deben comprender las consecuencias de ese paso para nuestras relaciones bilaterales y la arquitectura de seguridad europea en general que ahora está en crisis”, dijo la vocera de la cartera, Maria Zajarova.
Más allá fue el ex primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, quien dijo que si Suecia y Finlandia se unen a la OTAN, Rusia reforzará su contingente militar, incluyendo armas nucleares, en el mar Báltico, cerca de Escandinavia.
Según revelaron fuentes diplomáticas, Helsinki y Estocolmo consideran sumarse a la alianza militar debido a la invasión rusa contra Ucrania. Finlandia, que comparte cerca de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, decidirá “en unas semanas” si pide su adhesión a la alianza, según su primera ministra Sanna Marin. Suecia no descarta la opción, pero por el momento mantiene una posición neutral al respecto.
Los otros países nórdicos y bálticos ya son miembros de la alianza militar: Noruega, Dinamarca e Islandia lo son desde su fundación en 1949, mientras que Polonia entró 1999; y Estonia, Lituania y Letonia ingresaron en 2004.